Ventanas que miran al prado
Palacetes y fincas de labor. La casa del 'ferreiro' y la del cura del pueblo. Mucha piedra y pizarra en las arquitecturas rurales convertidas en alojamientos
Dormir bien y rodeado de bosques o prados es fácil en Asturias. La pervivencia del mundo rural y la solidez de la arquitectura tradicional se aliaron para facilitar la creación de un parque de alojamiento rural de calidad sorprendente. Buenas casas y hoteles rurales hay en todas las comarcas y concejos de Asturias. Aquí van algunos.
Eo-Navia
Los Oscos es el concejo más boscoso y salvaje de esta comarca que engloba buena parte de la montaña occidental asturiana. Un buen lugar para descubrirlo es Casa da Riba (985 62 61 77; www.casaderiba.com), en Santa Eulalia de Oscos, una vivienda con 400 años de antigüedad en una aldea típica del occidente asturiano, con materiales tradicionales comomadera, pizarra y piedra; tres apartamentos independientes con dos habitaciones cada uno. La decoración es sencilla, pero el ambiente acogedor está asegurado gracias a la chimenea y al entorno natural que rodea la aldea.
Aislada también, a 300 metros de Santa Eulalia de Oscos, está El Tombo (985 62 12 05; 626 84 19 73; www.vivirasturias.com), la antigua casa del ferreiro del pueblo, que tenía abajo su taller y arriba la vivienda familiar. Aún guarda el ambiente y buena parte del mobiliario de aquellos tiempos en que los oficios manuales eran parte primordial de la economía del pueblo. Los dueños viven en ella y alquilan cuatro agradables habitaciones, aunque al lado han construido dos apartamentos independientes de uno y dos dormitorios.
En la zona más alta de San Martín de Oscos está Cabeza da Vila (985 62 61 34; www.cabezadavila. com), un conjunto de viviendas, patios de pizarra y hasta una capilla que fue la hacienda más nobiliaria del entorno. En total cuenta con cinco habitaciones dobles en la casona principal, una casa independiente con tres dobles y un apartamento para dos personas, todo ambientado con muchas alfombras, un buen uso de la piedra y una agradable mezcla de azules y blancos en baños y habitaciones.
Oriente
Con concejos como el de Llanes, Cangas deOnís, Cabrales o Ribadesella dentro de sus fronteras, la comarca del oriente es una de las más turísticas de Asturias, con una enorme oferta de playa y montaña y, por ende, de buen alojamiento rural. El complejo La Riba (686 97 65 96; www.casalariba.com), en Sames, más que una casa rural es casi una aldea destinada al descanso con dos casas independientes (cuatro plazas cada una) y cuatro apartamentos (dos plazas más una supletoria, ideales para parejas con niño), todos de alquiler íntegro, con una cuidada decoración y buenas vistas al valle.
Para quienes busquen un hotelito pequeño, coqueto y repleto de buen gusto, Alfoz de Rondiella (985 41 04 65; www.alfozderondiella. com), con sólo cinco habitaciones, cada una de las cuales es una obra de arte del interiorismo rural; cada pliegue de sábana, cada balda del mobiliario, cada detalle de iluminación envuelven al huésped en el suave arrullo de las cosas bien hechas, pensadas para él y para hacer más grata su estancia.
Aplausos merece también la rehabilitación de la Casona del río Valle (985 71 16 91; 669 71 64 90, www.casonariovalle.com), un viejo caserón de 1900 reconvertido en un hechizante alojamiento de alquiler compartido. Ofrece siete alcobas sobre un cueto (altozano) que vigila los verdes prados de El Valle, un núcleo rural del concejo de Piloña, y que garantiza unas maravillosas vistas desde la terraza o desde el jardín. Más pequeña e intimista, cargada de recuerdos de ultramar y esencias coloniales, es Casa Vicenta (985 85 70 63; 609 04 94 97; www.casavicenta.com), en Belmonte de Pría. Desde la preciosa galería del primer piso se ve un hórreo, la sierra del Cuera, macetones de hortensias y los prados mullidos del concejo; ofrece cuatro dormitorios.
Narcea
Una de las comarcas más boscosas e intrincadas de Asturias, donde aún perviven bosques como la reserva natural de Muniellos y entornos tan poco domesticados por el hombre como la cuenca alta del Narcea. Un palacio rural del siglo XVI, como su propio nombre indica, espera a quienes descubran esta región del sur asturiano desde el Palacio de Ardaliz (985 81 22 32; 646 90 20 58; www.vivirasturias.com), en Ardaliz. Sólo tres habitaciones para huéspedes exigentes con el silencio y la tranquilidad; decoración cálida, cuartos de baño luminosos y modernos y una enorme finca propia alrededor para pasear o disfrutar de los atardeceres. Muy cerca, en Posada de Rengos, está Casa Mario (985 91 11 98; www.casamario.net), el primer alojamiento rural que abrió en el valle del Narcea. Aquí más que las antigüedades o los muebles de lujo lo que enamora es el trato familiar y el ambiente hogareño. Se trata de una casona típica asturiana de 200 años, a la que se accede por la corrada, el patio tradicional de piedra y pizarra cercado por un muro donde también se solía instalar el hórreo. Cuenta sólo con cuatro habitaciones.
Pero si lo que se busca es un alojamiento con encanto pero retirado de cualquier atisbo de civilización, en medio de un valle impactante, no hay duda: la Casa Rectoral de Samartín (985 90 97 13; 699 46 66 58, www.casarectoral.com), en San Martín de Valledor, un extremo montañoso de la cuenca del Navia. Es la antigua casa rectoral utilizada por los sucesivos sacerdotes que pastoreaban las almas del Valledor y rehabilitada ahora por Carlos López y Eva Menéndez en tres deliciosos apartamentos con muros de carga de casi un metro de ancho que encierran unas estancias preciosistas, rematada con paredes de mortero de cal hidráulica, decoradas con atrevidas tonalidades y con pocos pero buenos muebles de anticuarios.
Oviedo
La comarca que rodea la capital asturiana abarca los valles y montañas de la Asturias central, con zonas vírgenes como el parque natural de Somiedo, antiguos valles mineros con vías verdes, como el de Proaza, y buenas zonas para practicar el senderismo. Una buena opción es el hotel rural Quintana del Caleyo (985 83 22 34; 669 82 82 93; www.quintanadelcaleyo.com ), en Camuño, en el concejo de Salas. Más que un alojamiento al uso se trata de un pequeño museo de la arquitectura noble de la montaña asturiana, una antigua unidad de producción agrícola y ganadera que engloba la casona-palacio de los señores, una ermita, hornos y paneras, pajar, palomar, cuadras y varias dependencias más para almacenes de aperos. De todo ello han salido ahora 11 deliciosas habitaciones ambientadas con muebles antiguos, telas de colores pastel y suelos de madera; un lugar perfecto para explorar las rutas vaqueiras y el Camino de Santiago del Norte.
Otra casa blasonada, el Palacio de los Miranda (985 49 10 78; www.vivirasturias.com), en Llanuces (concejo de Quirós), ha reconvertido también parte de sus instalaciones en alojamiento rural. En la antigua casa de los guardeses han habilitado Casa Sebio, una vivienda independiente decorada en estilo rústico, con dos habitaciones dobles. En el cobertizo donde se ahumaba la matanza se ha construido La Casina, otra vivienda independiente pensada para parejas, con un solo dormitorio. Hay además otro apartamento para dos personas en la casa principal.
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