Camps y Aguirre posan en el campo

"Pero, ¿adónde va?", exclamaban los periodistas y los acompañantes de la presidenta madrileña Esperanza Aguirre mientras avanzaba decidida entre tupidos matorrales, desniveles amenazantes y excrementos de conejo. "A ver si vamos a tener otra noticia", murmuraba un fotógrafo mientras corría tras ella y sus botas con tacones, claramente inapropiados para el terreno. Aguirre no paró hasta llegar al borde del promontorio y divisar el objeto de su visita a la finca que posee la Comunidad de Madrid cerca de Aranjuez: el enorme agujero de 3.000 metros cuadrados que provocó el pasado 9 de diciembre el hundimiento del túnel de las obras del AVE Madrid-Valencia. Solo entonces se paró, situó al presidente valenciano, Francisco Camps, a su diestra, y puso su mejor sonrisa con el socavón como fondo de postal.

Con la foto campestre hecha, empezaron las descalificaciones a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. "Lo que hace es retrasar las obras que encontró a su llegada", soltó Aguirre. Camps tachó a la ministra de "personaje estrafalario" por sus declaraciones. Y ambos pidieron al Gobierno que cumpla los plazos del AVE y que les mantenga informados de la marcha de las obras, aunque evitaron pedir dimisiones.

El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Ricardo Peralta, aseguró que Camps y Aguirre pueden tener toda la información que requieran sobre las obras. Y añadió: "Pueden visitar las obras del AVE Madrid-Comunidad Valenciana en cualquier momento, pero con un mínimo de respeto y educación, poniéndose en contacto previamente con las autoridades respectivas". El PSPV instó a Camps a dejar las fotos y ocuparse de la crisis.