Elmer A. Valentine, empresario
Fundó el Whisky a Go Go y otros locales de Los Ángeles
Hay negocios en los que no viene mal alardear de conexiones con la Mafia: Elmer A. Valentine nunca dejaba de contar que había sido policía antivicio en Chicago y que debió dejar su puesto por actividades poco legales y por amistades peligrosas. En realidad, todo era fachada. Valentine, que falleció el miércoles 3 de diciembre en Los Ángeles, a los 85 años, debía su fama a su sentido de la oportunidad: supo ofrecer cobijo a varias generaciones del rock californiano.
Veterano de la II Guerra Mundial, había visitado París a principios de los sesenta y descubrió que allí estaban de moda las discotecas. De vuelta en Los Ángeles, convenció a varios socios para importar el concepto -e incluso el nombre- del Whisky a Go Go parisiense. Decía que su principal aportación fue añadir bailarinas que se contorsionaban encima de la pista, en unas jaulas de plástico: las go-gos.
Pero el local de Valentine estaba en el número 8901 de Sunset Boulevard y en aquella zona era de rigor contar con una banda fija tocando en directo; el pinchadiscos simplemente llenaba los huecos entre los diversos pases del artista anunciado. Valentine acertó al programar a un desconocido Johnny Rivers, cuyo ritmo elemental conectó inmediatamente con la pista. En 1964, el elepé Johnny Rivers at the Whisky a Go Go -en realidad, un falso directo- fue un gran éxito y Valentine debió abrir su escenario a otros grupos.
Toda la generación del folk-rock y movimientos adyacentes pasó por el Whisky: The Byrds, Love, The Turtles, Buffalo Spring- field, The Mamas and The Papas, Sonny & Cher, The Lovin' Spoonful y Captain Beefheart. También se convirtió en cabeza de playa para numerosos grupos británicos.
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