Los promotores iniciarán en 2009 la menor cantidad de pisos en 50 años
La caída de precios, del 7,8%, sitúa la vivienda en el nivel de mayo de 2006 - La previsión es que el 'stock' de casas vacías se dispare el próximo año
Los que hace años defendían contracorriente que el sector inmobiliario no era de aterrizajes suaves, sino de explosiones violentas, no podían andar más acertados. Ahora son los propios empresarios del sector los encargados de propagar las noticias más pesimistas. Los mismos que llegaron a iniciar en 2006 casi 800.000 viviendas -más que en Italia, Reino Unido y Francia juntas- son los que anticipan un desplome sin precedentes.
El presidente de la patronal, José Manuel Galindo, predijo ayer que la producción del próximo año "no superará" las 150.000 viviendas. De cumplirse este pronóstico, habría que remontarse hasta 1960 para encontrar un año en el que se iniciaran tan pocas casas. Este nivel queda lejos del alcanzado en los últimos 18 años, periodo que abarca la estadística del Ministerio de Vivienda. Pero es que al echar mano de los datos más antiguos, los que elabora el Consejo de los Colegios de Arquitectos, sólo la primera cifra, la de 1960, es inferior a los 150.000 inicios de obra mencionados por Galindo.
La fuerza de los acontecimientos ha obligado a modificar las predicciones. Y siempre a peor. Asprima, la patronal madrileña de promotores, presentó el pasado mes de marzo un informe que estimaba en 400.000 las viviendas que se iniciarían este año. Pero ese dato ya sonaba irreal el día en el que se presentó el estudio, lo que hizo que los promotores lo matizaran en la rueda de prensa. "Estimamos que se quedará en 300.000", dijeron en marzo.
Pues bien, esta cifra también se ha quedado vieja. Galindo prevé ahora que 2008 cerrará en torno a las 250.000. Este dato es más llamativo si se tiene en cuenta que durante el primer semestre se iniciaron 200.000. Por lo que para que se cumpla el pronóstico se tiene que producir un cataclismo inmobiliario en la segunda mitad del año. El presidente de los promotores estima que la paralización de los proyectos supondrá la destrucción de 900.000 empleos entre este año y el próximo, y una rebaja del producto interior bruto de 1,2 puntos.
Pero no fueron sólo las palabras de Galindo. En la jornada organizada por Asprima abundaron los pronósticos pesimistas. Le siguió José Luis Malo de Molina, del Servicio de Estudios del Banco de España, que mencionó las restricciones financieras como factor clave para hacer más intenso el ajuste de la construcción residencial, según informa la agencia Servimedia.
Malo de Molina afirmó que 2009 marcará un nuevo máximo en el número de viviendas finalizadas, que en los últimos años habían rondado las 650.000. Este repunte obedece a la lógica del sector, con un proceso de construcción nunca inferior a los 18 meses.
El problema es que todas estas viviendas nuevas, que se iniciaron en pleno boom, saldrán a un mercado paralizado, en el que, según reconoce el presidente de Asprima, "no se vende prácticamente nada". Y por tanto, pasarán a engrosar un stock de pisos que no encuentran comprador. Esta bolsa -que hoy puede estar entre los 650.000 y el millón de unidades- tenderá a crecer en los próximos meses. El único obstáculo para que no se alcance el máximo en viviendas terminadas es la paralización de obras en marcha, que ya se está produciendo en muchos lugares de España.
El otro dogma sobre el que se cimentó la expansión sin freno de ladrillo, la expectativa de revalorización constante de los pisos, sufrió ayer un golpe más. La tasadora Tinsa estima que en los últimos 12 meses la vivienda se ha abaratado un 7,8%.
Este descenso coloca los precios al nivel al que estaban entre mayo y junio de 2006. Éste es el noveno descenso mensual consecutivo registrado por el índice de Tinsa. Los pisos que más valor han perdido en el último año son los de las islas Baleares y Canarias, la costa mediterránea y las áreas metropolitanas.
La estadística que hace pública el Ministerio de Vivienda todavía se resiste a certificar la caída de precios. En el último trimestre se limitó a señalar un tímido crecimiento interanual del 0,7%.
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