El Barça es de todos

Cuando se presentó en sociedad, entre los agasajos del presidente, Joan Laporta, y envuelto en una nube de flashes, aclaró el concepto del fútbol y del vestuario que quería gobernar. "Intentaré seducir a los jugadores porque creo en la fuerza de la palabra", avanzó Pep Guardiola, técnico del Barça; "y deben aprender que solos son poca cosa; que el talento y la inspiración sólo se engrandecen cuando están al servicio del equipo".

El duelo ante el Valencia, resuelto por el Barça de forma extraordinaria (4-0 en el Camp Nou), reflejó la libreta de Guardiola: el equipo sobre las individualidades y los segundas espadas como actores principales. "Sólo puedo felicitarles por su ambición y dedicación y por cómo respetan la profesión", remarcó Guardiola. Contabiliza el Barça 20 partidos consecutivos sin perder -17 victorias y tres empates- y se prepara para batirse con el Madrid en la Liga justo después del insípido e intrascendental partido de la Champions ante el Shakhtar.

13 jugadores han disputado más de 1.000 minutos de los 2.070 posibles

El segundo gol del Barça al Valencia fue de manual. La jugada la inició Alves desde la defensa. Mezcló con Xavi para que le devolviera la pelota. Balón en largo al desmarque de Hleb, que arrastra a un defensa, y otro desmarque de Henry, que entra por dentro para recibir el balón y enviarlo a la red. Todo, a uno o dos toques; todo, a una velocidad vertiginosa. "Es sencillo", conviene el técnico; "si el balón está en el campo contrario, estoy tranquilo; si está en el nuestro, no". Y desde el vestuario revelan una de las claves del ritmo azulgrana: "No hay un entrenamiento en el que no insistamos en los rondos y los ejercicios de posesión de la pelota". Los números son muy claros: el Barça es el equipo de la Liga que más jugadas hace con la intervención de siete, ocho, nueve y diez jugadores. Con la participación de ocho, por ejemplo, suma 103. El segundo es el Atlético, con 58. "En el Sevilla ibas a buscar el balón y en el Barça te llega a los pies", resume Keita, halagando el estilo que define al equipo azulgrana, en el que todos suman y ninguno resta.

Aunque el once tipo del equipo está más o menos definido, Guardiola se está sacando un doctorado en las rotaciones. Así, de los 19 jugadores -se restan los dos porteros suplentes, que tan sólo han participado en los dos partidos coperos-, 13 han disputado más de 1.000 minutos de los 2.070 posibles. Keita los roza (951) y Hleb, lesionado parte de la temporada, ya suma 718. Sólo Bojan (632), Gudjohnsen (567), Sylvinho (455) y Cáceres (427) entran poco en los planes del técnico. "Bojan debe tener paciencia", repite Guardiola. Aunque todos responden.

Como ante el Valencia, cuando el Barça no contó con la presencia de dos puntales: el sancionado Eto'o y el lesionado Iniesta. Aparecieron, sin embargo, los actores secundarios. Criticado por su rendimiento desde que llegara del Arsenal con la vitola de estrella bajo el brazo, Henry doblegó al Valencia jugando con los rivales y los espacios -como pretendía jugar Guardiola si el club hubiese vendido a Eto'o en verano-. "Tití ha demostrado con este hat-trick que es un gran jugador", le elogió el técnico. Pero al delantero francés le ayudaron otros. Como Touré, con un pase sensacional al hueco; como Hleb, con su arrastre y asistencia, y como Bojan, con una jugada sensacional por el ala derecha que le dejó el tercer gol en bandeja.

No es de extrañar, entonces, que para el partido de mañana ante el Shakhtar Donetsk, ucranio, de la Champions -el Barça no se juega nada, pues ya es primero de grupo-, Guardiola dé descanso a ocho futbolistas: Alves, Puyol, Márquez, Touré, Messi, Xavi, Henry y Valdés.

Messi es la figura - "la guinda del pastel, según Guardiola"-, pero el Barça es de todos.