El Villarreal reacciona a tiempo ante el Getafe
Los de Pellegrini encajan un 0-3 y luego empatan
Se dice que las grandes cosas se consiguen a partir de gestos humildes. Un empate en casa ante un rival de menor entidad es poca cosa. Tal sería la lectura final para el Villarreal si el guión del partido se hubiese desarrollado en una secuencia lineal y con cierto orden. Sin embargo, ayer en El Madrigal apareció lo inesperado, una reacción de orgullo del Villarreal que neutralizó la sustancial ventaja de tres goles que alcanzó a llevar el Getafe al llegar al descanso y que finalmente abrazó inesperadamente el punto conseguido.
Víctor Muñoz ha encontrado la fórmula a aplicar a su equipo en el momento inesperado. La temida terna de partidos ante los equipos destinados a las alturas ha supuesto una bendición para el Getafe, con un método sencillo y práctico, renunciando a la posesión en pos de la posición. Anoche acarició la victoria que se le negó por pensar en que todo había quedado hecho en los primeros 45 minutos. Obvió que delante tenía un equipo con un potencial que no cabe subestimar nunca.
VILLARREAL 3 - GETAFE 3
Villarreal: D. López; Venta (Ángel, m.43), Gonzalo, Godín, Capdevila, Senna (Nihat, m.77), Eguren, Pires (Ibagaza, m.64), Cazorla, Altidore y Rossi. No utilizados: Viera; Fuentes, Bruno y Mati.
Getafe: Abbondanzieri; Contra, Mario (Rafa, m.46), Cata Díaz, Licht, Casquero, Polanski, Granero (Cortés, m.88), Gavilán, Uche (Soldado, m.81) y Albín. No utilizados: Jacobo; Kas, Celestini y Guerrón.
Goles: 0-1. M. 10. Granero. 0-2. M. 17. Gavilán. 0-3. M. 30. Casquero. 1-3 M. 55. Pires. 2-3. M. 83: Eguren. 3-3. M. 85. Rossi.
Árbitro. Teixeira Vitenes. Amonestó a Casquero, Gavilán, Mario y Gonzalo.
Unos 20.000 espectadores en El Madrigal.
Ordenado herméticamente, el conjunto del sur de Madrid se dio a los contragolpes. Le ayudó al Getafe una inusual eficacia en la portería contraria. Tres aproximaciones en la primera media hora de juego le dieron un rédito de tres goles. Primero fue Granero, tras excelente control con el pecho. De no menor belleza resultó el segundo conseguido por Albín tras empalmar un preciso centro en diagonal de Contra. Faltaba, como no, el de Casquero, que disparó cruzado un balón suelto en el área de Diego López, aturdido, ante la puntería rival. No contaba con que sus compañeros, en un heroico arranque de orgullo, lograran remontar y lograr un empate que sabe a victoria.
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