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Entrevista:ALFREDO LANDA | Actor

"¡Claro que soy 'Cateto a babor'!

Pregunta. Más de 120 películas, y ahora nos propina una biografía. ¿No tenía suficiente?

Respuesta. No. Anhelaba tener más comunicación con la gente que me quiere. Y la gente que me quiere es la multitud que me rodea.

P. ¿Y la multitud se va a tragar el libro impunemente?

R. ¡Pero no lo sabe usted bien! Porque es precioso y ameno.

P.¿Es un strip-tease?

R. No, coño. Lo hago totalmente vestido. Cuento todo lo que puedo contar, lo que debo contar.

P.Se pasa el libro quejándose de que no ligaba.

R. Y es verdad. Yo no he ligado nada. Sólo una vez: mi mujer. Con eso me basta, ¿eh? He sido un poquico el perseguidor de las suecas, y me han apetecido, pero no he querido. La única vez que ligué me ligó Ingrid Thulin. Me ligó anímica, ideológicamente. Se enamoró de mí en un rodaje, en Playa de Aro.

P. ¿Usted es irresistible en bañador?

R. Sí [carcajada]. Yo a mí mismo me noto la irresistibilidad.

P. Tras colgar los hábitos, ¿no echa de menos la sotana?

R. No, porque llegó un momento que perdí la ilusión de ponérmela.

P. Dijo que le contó a Jesucristo lo de su retirada. ¿Él respiró aliviado?

R. No me dijo nada. Normalmente, no me contesta, cosa que me cabrea muchísimo. Yo a Dios le llamo Manolo, porque es bonito, es un nombre apetecible.

P. Siempre ha sido más Sancho que Quijote. ¿Sólo cuestión de centímetros?

R. Era Sancho, pero adoraba a Don Quijote. Su forma de encauzar la vida, de querer el bien de los demás es algo que he sentido muy dentro. Sentí no hacer la segunda parte, en la que yo iba a la isla Barataria.

P. ¿Cuál es su ínsula Barataria?

R. Madrid. Hace bien poquico tuve la suerte y la alegría de que Madrid me diera su medalla de oro. Cincuenta años después de mi llegada. Algo habré hecho bien.

P. En lugar de DNI lleva un carné de mus. ¿Qué le dice la policía cuando le detiene?

R. No me han detenido nunca. Y, cuando me ven el carné, dicen: "Ah, coño, ¡enhorabuena!".

P. No quiso jugar al mus con el Rey por no ganarle. ¿Usted siempre lleva más reyes?

R. No. Pero el mus tiene un léxico muy particular. Y tenerle que soltar, en un momento dado, "no seas gilipollas", resultaba un poco duro.

P. ¿El Rey es más de copas o de oros?

R. Pues yo creo que alterna.

P. ¿Y quién es la sota?

R. ¡Joder! Pues la que tiene el basto y lo apoya en el hombro.

P. En ETB dicen que el lenguaje más hablado en el País Vasco es el de los tacos. ¿Dónde lo estudió, que lo borda?

R. Soy el rey del taco. El mejor. Me he enseñado yo mismo.

P. ¿Elabora, o sólo copia?

R. Elaboro. Porque el taco no es sólo decirlo. Es el tono. Y el tono yo lo doy como nadie.

P. ¿Borraría algo de su biografía, como las españoladas de los años sesenta y setenta?

R. ¡Está loca! Ni hablar del peluquín. Quizá haga mal, no lo sé. Pero estoy encantado de mi vida. De todo.

P. ¿Sigue siendo un Cateto a babor?

R. Un chico que quiere el bien de su hermano, que se comporta fenomenalmente, que lucha por ser el mejor, que se enamora de una cieguecica y la consigue... ¡Joder! Claro que soy Cateto a babor.

P. Pues imagínese Vente a Alemania, Pepe en Hollywood.

R. Me hubieran dado un oscar. Seguro.

P. La Real Academia Española va a aceptar el término landismo. ¿Se han vuelto locos?

R. De locos, nada. Han acertado y merecen premio. El landismo es un fenómeno sociológico representado y enarbolado por mí, y del que me siento muy orgulloso.

P. Presume de hacer el mejor dry martini del mundo. ¿Se cree James Bond?

R. James Bond es un soplagaitas a mi lado. No tiene ni idea. Él el martini lo hace con vodka, cosa que a mí no me gusta. Tiene que ser con ginebra, y de la buena.

P. ¿Y eso de que hasta Al Capone tenía ternura?

R. Es verdad. Tiene rasgos de ternura, de cariño.

P. Como defraudar a Hacienda.

R. Ahí yo le doy un diez... Aunque yo no he defraudado nunca. Siempre me han cogido, y lo he pagado.

P. Tiene fama de ser un poco fachilla.

R. ¿A qué le llama usted fachilla? Yo soy de derechas. Y uno puede ser de derechas sin ser facha. Yo soy un tío cojonudo. Lo tengo a gala, y me lo creo. Y creo que me comporto como buena gente.

P. Lo que tiene es el ego muy bien puesto.

R. Sí, sí lo tengo. Soy consciente de lo que soy y de qué pie cojeo. Pero también de lo que debo y de lo que quiero.

Alfredo Landa, tirando una caña en el bar del hotel donde tiene su tertulia todos los sábados.
Alfredo Landa, tirando una caña en el bar del hotel donde tiene su tertulia todos los sábados.ÁLVARO GARCÍA

Perfil

Con 75 años y tres hijos, jura que no volvería a trabajar ni pidiéndoselo Spielberg, y dice que disfruta levantándose a las 12.00, dando un paseo o yendo al cine, pero, sobre todo, estando en casa con Maite.

"El año que viene hacemos las bodas de oro, y no me cansa". Su "recuerdo imborrable", una visita en el año 1989, a Figueras, donde vivió a los ocho o nueve años, en la que 40 compañeros de colegio le dieron una comida: "Sorpresa y maravilla".

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