Servicios mínimos en la Universidad de Vigo por la huelga de limpieza

La Xunta atendió ayer la petición de la Universidad de Vigo de implantar a partir de hoy los servicios mínimos en la limpieza por la incidencia en las instalaciones académicas de la huelga provincial del sector. También ayer, por segundo día consecutivo, padres de alumnos de colegio público de Carril, en Vilagarcía, decidieron que sus hijos no asistan a clases ante el estado de insalubridad que presenta el centro, en cuyo exterior se acumulan los residuos por la misma causa.

La suciedad, sobre todo de papeles, invade los pasillos y ha atascado los lavabos de los centros universitarios de Vigo. No se ha suspendido, sin embargo, ninguna clase, ya que las aulas fueron respetadas en las protestas de los huelguistas. Con los servicios mínimos, equivalentes a la mitad de los habituales, se intenta aliviar la situación y evitar el deterioro de las instalaciones académicas. Su implantación ha sido considerada ilegal por los sindicatos convocantes de la huelga, que cumplió ayer su novena jornada, porque debieron haberse establecido antes de la convocatoria y no durante el paro indefinido.

La asistencia de alumnos al colegio público de Carril, por su parte, se redujo ayer en más de un 50%. Es el único centro afectado por la huelga, pero la situación, según fuentes del sector educativo, podría extenderse a otros dos colegios de la ciudad, Piñeiriño y A Escardía, donde también se han empezado a notar sus efectos.

La Consellería de Traballo ha convocado para hoy una nueva reunión entre sindicatos (CIG, UGT y CC OO) y patronal (las asociaciones Aspel, estatal, y Aelpo, provincial) en Santiago, garantizando que ambas acudirán a las negociaciones. Al encuentro convocado el lunes, también por mediación de Traballo, no acudió el representante de Aspel, que se encontraba en Tenerife "con un asunto que tratar más importante que la huelga de Pontevedra", señalaron fuentes sindicales que veían en esa misma actitud una prueba de la escasa predisposición de la patronal a negociar.

De 200 a 250 huelguistas se desplazaron ayer a Cangas en las lanchas del transporte de ría "porque estábamos hartos de la permanente escolta de la policía", dijeron. En Cangas les esperaba la Guardia Civil, aunque pudieron entrevistarse con la alcaldesa, Clara Millán, a la que explicaron el conflicto, que en toda la provincia afecta a 8.000 o 10.000 trabajadores, muchos de ellos eventuales o que trabajan a tiempo parcial. Los empleados a jornada completa ganan 753 euros mensuales. Un grupo de ellos inició anoche un encierro en la sede de la Xunta en Pontevedra.