El patrón del 'Nuevo Pepita Aurora' culpa a la administración

El caso abierto por el naufragio del Nuevo Pepita Aurora, ocurrido en septiembre del año pasado y en el que fallecieron ocho marineros de Barbate (Cádiz), prosiguió ayer la ronda de declaraciones. Ante el juez de Barbate tenían que declarar profesionales del sector pesquero para responder a preguntas sobre las inspecciones que tienen que pasar barcos como el siniestrado y sobre el trabajo que realizan los tripulantes a bordo.

El abogado del patrón del barco, hasta ahora el único imputado, Jesús Gómez Grosso aseguró que su cliente, José Vega, está siendo utilizado por la administración para cargarle la responsabilidad de la tragedia. "Ellos fueron los que autorizaron y permitieron con sus certificados navegar este barco", lamentó. "Si las reglas son limpias, se demostrará que el responsable no es él sino la administración".

Entre los que estaban llamados a declarar ayer en el juzgado estaban el presidente de los armadores barbateños, Ramón Rivera; el actual patrón mayor de la cofradía de pescadores, José Manuel Martínez, o el dueño del Siempre Virgen de Regla, Manuel Rendón, un barco que realizaba la misma ruta que el barco siniestrado el mismo día que el naufragio. "El Nuevo Pepita Aurora había pasado todas las inspecciones requeridas", explicó Rivera. Algunas declaraciones fueron pospuestas para principios del año que viene. Quien sí testificó fue José Manuel Martínez, al que se le preguntó por su relación mercantil con el buque siniestrado y por si conocía que entre la tripulación había un marinero jubilado. "Lo supe cuando ya había pasado todo", reveló.

Hasta ahora el juez cuenta con el testimonio de los ocho tripulantes supervivientes, el del patrón imputado y el de varios expertos. El magistrado también ha solicitado nuevos informes que sirvan para contrastar los datos recogidos en un estudio de la comisión nacional de siniestros marítimos. Ese análisis detectó un exceso de peso y taponamiento de los salideros de agua, por lo que achacaba la responsabilidad de la inestabilidad del barco al patrón.