La caída de las exportaciones empuja a Japón a la recesión
Japón ha entrado en el nada selecto club de grandes economías en recesión. La segunda mayor economía del mundo acumula dos trimestres consecutivos en números rojos y se suma así a Alemania, Italia y la media de los países de la zona euro. El PIB de Japón retrocedió durante el tercer trimestre del año un 0,1%, respecto al trimestre anterior, que se suma a la caída del 0,9% del segundo trimestre. En tasa intertrimestral anualizada, el retroceso ha sido del 0,4% y el 3,7%, respectivamente.
La brusca caída de las exportaciones ha sumido a Japón en su primera recesión desde hace siete años. Una de las causas es la fortaleza del yen, que ha encarecido los productos de Japón en el exterior, y que se ha agudizado. En el último mes, la divisa nipona se ha revalorizado un 9,4% frente al dólar. La otra razón es que en el resto de economías avanzadas la demanda está en horas bajas.
El pasado jueves el primer ministro japonés, Taro Aso, anunció un plan de estímulo económico de 40.000 millones de euros, el segundo en dos meses, para paliar los efectos de la crisis de crédito global. Entonces calificó la situación como "una tormenta que sucede cada cien años". La situación empujó, también, al banco central de Japón a rebajar los tipos de interés, por primera vez en siete años, hasta el 0,3%.
El ministro de Economía japonés, Kaoru Yosano, reconoció ayer que el país "está en fase de recesión" y advirtió de que "por el momento seguirá así debido a las perspectivas de la economía global". Los principales fabricantes del país, como Toyota o Canon, están reduciendo sus beneficios. Muchas empresas están retrasando sus planes de inversión hasta que puedan dar salida a los productos que comienzan a acumular sin vender.
Pese a estos datos, el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró con ganancias del 0,71%. La entrada de Japón en recesión ya había sido anticipada por los analistas, por lo que no afectó a las cotizaciones.
