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Reportaje:

Carcajadas entre rejas

La muestra Reclam lleva los payasos a la cárcel de Castellón

María Fabra

Todos a la vez y como si de inocentes niños se tratara, alrededor de 120 presos del centro penitenciario Castellón I rieron ayer, a carcajadas, mientras un actor, con nariz de payaso y un pantalón corto escocés, creaba una obra con los temas, palabras y frases que ellos mismos aportaron. Fue la llegada del Reclam, la muestra de teatro que organiza el aula Carles Pons de la Universitat Jaume I, a la cárcel después de que, por primera vez, fijara esta sede como escenario de uno de los casi un centenar de espectáculos programados hasta el 30 de noviembre.

"Reinserción" fue una de las palabras, temas o sustantivos que aportaron varios presos con el fin de que May Gorostiaga abordara el asunto tras de salir de la cárcel virtual que montó en el espectáculo Libertad clowndicional. En una obra cargada de improvisación, el actor pudo comprobar cómo su particular público de ayer no sólo interrumpía constantemente con aplausos y risas. También oyó cómo lo jalearon incluso al grito de "¡qué bueno eres!" Pero no sólo fue éste el tema repetido. El sexo, y todas sus acepciones, copó un lugar destacado en el transcurso de la obra. Mientras las reclusas, en las primeras filas, se carcajeaban más con las palabras del actor, los reclusos, detrás de ellas, reían tanto o más con sus gestos y payasadas. También con las sutilezas, las metáforas y los dobles sentidos que utilizó Txiflo, que así se llama el clown.

La obra se inscribe en la muestra de teatro que organiza la Jaume I
May Gorostiaga logró arrancar las risas de los reclusos y reclusas
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La risa entra en la cárcel

Los presos olvidaron, a ratos. La parodia sobre Obama o la crisis económica, que fueron otros de los temas que plantearon, quizá les sirvieron para situarse en otro mundo más allá de los barrotes y del permanente y penetrante ruido de las puertas automáticas que se cierran a su paso. También cuando el clown habló de umor que, sin la h, escribió uno de los reclusos en las pizarras que les aportaron para plantear sus propuestas. Carcajada general. "¿Qué pasa?, si no suena", les replicó. Y se acordaron de los payasos de su época, Miliki y Fofito, y también de ellos hablaron durante el espectáculo.

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Pero también se plantearon otros temas. Hubo quien aprovechó para sacar a la luz sus protestas por la escasez de duchas en la prisión y quien quiso hablar de "¿cómo te sentirías libre entre rejas?" May Gorostiaga no acudió con el objetivo de hacer una oda a la libertad y lo único que persiguió, y consiguió, fue arrancar risas. Así llevó al terreno del humor todos los planteamientos de quienes, por un rato, se sintieron creadores de una pieza teatral para la que también aportaron frases como "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" o el recuerdo a cuando "Miguel Ángel terminó la escultura del Moisés". "¡Qué difícil me lo ponéis!", juergueaba el payaso con ellos.

Todos los asistentes al montaje teatral están matriculados en la escuela implantada en el centro penitenciario, enseñanza que complementan con programas formativos y en la que participa el 50% de la población reclusa, aproximadamente. "Es una forma de incentivar a los que no se han matriculado", explicó la directora de la prisión, Olga Ballesteros, que, en cumplimiento del mandato constitucional de reinsertar, no dudó en incluir el montaje del Reclam dentro de la semana deportivo-cultural que celebra Castellón I. Una liguilla de fútbol sala, cine y exposiciones con trabajos de los presos son otros de los actos que se desarrollarán durante esta semana.

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