"No me preocupan los comentarios"

La puerta del vestuario del Real Madrid se abrió muy poco después de la derrota. Pero Ramón Calderón, el presidente, ni siquiera llegó a entrar en él. Pedja Mijatovic, el director deportivo, sí lo hizo, pero su visita apenas alcanzó el minuto de duración. Miguel Ángel Portugal, el secretario técnico, se quedó un rato más.

Todo, antes de que Bernd Schuster, el técnico, llegase a la sala de prensa con una nube negra en la cabeza, la mirada baja y la excusa de que su equipo, en su opinión, no había merecido la derrota.

"Estoy preocupado, sin duda, Y decepcionado. Lo que menos merecimos fue perder. Nos ha faltado fortuna. Salimos con la decepción de haber perdido un partido que no pensábamos que fuéramos a perder", argumentó de entrada para después elogiar el compromiso de sus jugadores, algo que pedía horas antes del choque: "Sí, estoy contento. El equipo trabaja. Hemos hecho bien las cosas. Defensivamente, no sufrimos tanto. Tuvimos ocasiones para marcar algún gol". Y en eso insistió: en la supuesta fortaleza defensiva que su equipo había demostrado, aunque el tanto de Canobbio llegó precisamente en un desajuste grave y Marcelo tuvo que sacarle un remate a García Calvo justo debajo del larguero.

"Estoy contento. El equipo trabaja. Atrás, no sufrimos tanto. No merecimos perder"

También tuvo una excusa para el empleo del balonazo como herramienta casi única de ataque: "Sabíamos que el Valladolid presiona muy arriba, sobre Gago y Guti. Por eso teníamos que sacar el balón rápido. La prueba es que no nos creó ni una ocasión en la primera parte". Igualmente, para la superioridad en el porcentaje de posesión del Valladolid: "¡Ah!, ¿sí?... No sabía... Yo no lo he visto así".

Pero Schuster, que consiguió esquivar cualquier conclusión negativa sobre el encuentro que no fuera el resultado, no pudo evitar tener que responder respecto a las consecuencias de una nueva derrota ante un rival menor, un equipo que siete días atrás había recibido media docena de goles en el Camp Nou frente al Barcelona.

-¿Se siente con fuerzas para sacar esto adelante?

-Yo no me merezco esa pregunta.

-¿Acertamos en llamar a esto una crisis?

-Eso no es cosa mía. Eso es cosa suya.

La batalla había comenzado otra vez, en otra sala de prensa, para el alemán, que pasó de sombrío a enfadado en sólo dos cuestiones. "No me preocupan los comentarios. Me centro en mi trabajo. Son momentos complicados que ya salvamos el curso pasado. ¿Por qué no lo vamos a hacer ahora?", se defendió. Luego, incluso tuvo que aclarar que, aun sin salir apenas del banquillo, se había pasado el partido de pie.

José Luis Mendilibar era la cara opuesta. Celebraba la victoria con la renovación de su contrato por dos años y, además, sumaba la segunda victoria en la fase más dura del calendario -Sevilla, Barcelona, Madrid y Villarreal-. Aunque, eso sí, lamentaba los agobios finales: "Lo normal, contra el Madrid, es sufrir".

Heinze, expulsado al final, quiso explicar su cara a cara con el árbitro: "Son cosas que se quedan dentro del campo, pero le he protestado sin faltarle al respeto". También quiso defender a sus compañeros y a Schuster: "No hay un problema de actitud de los futbolistas hacia el entrenador. Eso son cosas de la prensa. Sabemos que estamos en una situación de malos resultados. Sólo nos queda agachar la cabeza y aguantar los golpes".