"Un poeta es un 'outsider"
El último libro de Álvaro Salvador (Granada, 1950), La canción del outsider, ha obtenido el 11º Premio de Poesía Generación del 27 que concede la Diputación de Málaga. El poemario, que publicará Visor, es toda una sorpresa para sus lectores, que llevaban diez años sin tener noticias de su faceta poética. Catedrático de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Granada, Salvador impulsó, junto a Luis García Montero y Javier Egea, la corriente poética llamada Otra sentimentalidad.
Pregunta. ¿Qué supone este importante premio para su trayectoria?
Respuesta. Es una satisfacción grande por el prestigio que el premio tiene y porque mi nombre esté unido a ese extraordinario grupo de escritores que fue la Generación del 27. Por otra parte, me alegra mucho que se otorgue en Málaga, ciudad con la que tengo unos fuertes lazos afectivos y familiares.
"Hay bastante en mi poesía de la última época de García Lorca"
P. ¿Qué influencia de la Generación del 27 se reconoce en su poesía?
R. Creo que en toda mi poesía es perceptible la influencia del tono reflexivo y grave de Luis Cernuda, el compromiso cívico muy cercano a Alberti y ciertas veleidades experimentales que yo siento próximas, no a la poesía, pero sí a la actitud de Lorca. También hay bastante en mi poesía de la última época de Lorca, del Diván del Tamarit...
P. ¿En qué consiste La canción del outsider?
R. Es un libro en el que he intentado -y creo que logrado en parte- establecer una cierta ruptura con mi poesía anterior. No es una ruptura total, por supuesto, pero sí que he intensificado ciertos tonos y ciertos temas que ya estaban presentes, aunque sin mucho protagonismo. Por el contrario, he procurado apartarme del tono elegíaco, la melancolía romántica y ciertos temas recurrentes.
P. ¿Uno puede sentirse outsider en cualquier lugar?
R. Creo que un poeta es un outsider por definición, un individuo excéntrico en el sentido etimológico del término, que siempre está en los márgenes y que, aunque lo parezca o lo intente, nunca acaba de integrarse del todo en la sociedad. No por las supercherías que nos había hecho creer el romanticismo y sus secuelas, sino porque una persona que mira más allá de lo aparente e intenta expresar lo que ve, es siempre alguien que se coloca "fuera de juego".
P. ¿Qué imagen de la cultura americana ofrece en sus poemas?
R. La cultura americana me interesa mucho, tanto la del norte como la del sur. Afortunadamente mi dedicación a la enseñanza me ha hecho estar muy próximo y conocer a fondo la vida social y cultural americana. Creo que en América, por cultura y por condiciones geofísicas, hay una percepción de la realidad distinta a la que tenemos los europeos. La comprensión de ese punto de vista es muy enriquecedora para el arte y la literatura.
P. ¿Existen demasiados clichés?
R. Muchos, si se refiere a Estados Unidos, para mí es un país interesantísimo, lleno de riqueza social y cultural. Otra cosa es que nos repugne la política de sus clases dirigentes, como le ocurre a un porcentaje inmenso de la misma población estadounidense.
P. En estos momentos de actualidad, ¿qué opina un granadino de que pueda abrirse la fosa de García Lorca?
R. Me parece muy bien que se abran las fosas de los desaparecidos y asesinados en la Guerra Civil para que sus familiares recuperen la justicia y la paz que les fueron arrebatadas violentamente. Visto Lorca como uno de esos casos, me parece muy bien. Ahora bien, si miramos a Lorca como el símbolo trascendente de libertad y creación en el que se ha convertido, no me parece bien que quienes se han servido de su muerte para hacerse un cierto nombre pretendan asegurarse un retiro sustancioso removiendo sus huesos. Es muy importante que el monumento a la libertad y a la creación que es hoy el barranco de Víznar no desaparezca nunca.
P. ¿La sombra de Lorca es alargada?
R. Afortunadamente.
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