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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Dave McKenna, pianista de jazz

Su estilo sobrio y elegante marcó a muchos intérpretes tradicionalistas

Dave McKenna fue uno de esos gigantes del jazz en letra pequeña cuya mayor virtud es la de estar siempre ahí, a disposición del aficionado. Nacido en Woonsocket, Rhode Island, el 30 de mayo de 1930, y fallecido en State College, Pensilvania, el 18 de octubre, era un intérprete fiable al cien por cien; un valor seguro en el cambiante mundo del jazz.

Creador de un género propio más allá de estilos y corrientes, McKenna participó de los hallazgos del modernismo en jazz en la versión de Lennie Tristano y los be-boppers, aun cuando su corazón siempre estuvo ligado a Teddy Wilson, el pianista del cuarteto de Benny Goodman, conocido por el refinamiento y la elegancia de su toque. Con todo ello, creó una forma de expresión que encontró su acomodo idóneo en el piano solo. McKenna ejerció de pianista de salón en algunos de los más afamados establecimientos hoteleros de la Costa Este estadounidense, convirtiéndose en un especialista en el rescate del material menos transitado.

En la primera fase de su fructífera carrera, en torno al año 1949, y durante la década siguiente, trabajó como pianista de orquesta junto a Charlie Ventura, Woody Herman y Gene Krupa. De ahí pasó a acompañante, en los conjuntos del guitarrista Eddie Condon y el trompetista Bobby Hackett, dentro del llamado jazz trad; también hizo lo propio junto a los bastante más avanzados Al Cohn, Zoot Sims y Stan Getz, saxofonistas tenores de raza blanca.

Para ser un músico de jazz, la vida de Dave McKenna discurrió sin demasiados contratiempos. Tras trasladar su residencia a la localidad de Cape Cod, Massachusetts, comenzó a actuar preferentemente en solitario a lo largo de Nueva Inglaterra y en Nueva York. Durante la mayor parte de la década de los ochenta ejerció su profesión en el Copley Plaza Hotel de Boston. Convertido en una referencia para las jóvenes generaciones de tradicionalistas, el pianista que nunca pretendió otra cosa que mantenerse lo más cerca posible de la melodía, ha dejado tras de sí una abundante y muy reconfortante discografía.

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