Cuestión de mofletes
Keane despacha su pop melifluo en un concierto sólo bonito
Va un hombre feo, se sube al escenario de La Riviera y un montón de jovencitas (y algunas maduritas) sufre una repentina subida hormonal. ¿Algún médico en la sala, por favor? Siguiente escena: una de las hormonas de una chica aúlla un convincente "qué guapo eres, Tom". El hombre feo es Tom Chaplin, cantante de los británicos Keane, que o mucho nos equivocamos o lo primero que debe hacer todas las mañanas al mirarse al espejo es darse pellizcos en sus generosísimos y sonrosados mofletes: caramba, qué suerte tengo.
Cuestiones físicas aclaradas, la gracia de Keane cuando editaron su primer disco, en 2004, fue ignorar el instrumento sagrado del rock, la guitarra. Publicaron un álbum con cinco buenas canciones, luego otro bastante flojo y ahora Perfect symmetry, el mejor, que defendieron en su concierto de anoche. Aquella arriesgada alineación (batería-piano-voz) pasó a mejor vida y ahora la banda compone una formación más convencional: guitarra-bajo-batería-piano-voz. Poco importa salir con una u otra si se tienen canciones tan bellas como The lovers are losing, con la que arrancó el espectáculo ante una completa (2.500 personas) sala, que agotó las entradas con semanas de antelación. Entre el público, miembros de la renacida Oreja de Van Gogh o de los resucitados Tequila.
Keane ofreció un concierto bonito y relajado, sin apenas sorpresas: empieza, continúa y acaba. Algunas cosas tendrían que arreglar. Por ejemplo, alguien debería comentarle a Chaplin que cada vez que amarra la guitarra, además de apenas aportar cosas al sonido del grupo, se muestra tan ensimismado en la tarea que deja el escenario huérfano de ese jefe que necesitan para hacerse grandes. Que tome nota de su admirado Chris Martin. Y otra más: hay un momento en el concierto en el que no se sabe si es una canción de (y se cita por orden de importancia) U2, Coldplay, Snow Patrol o The Fray. Así de confusas están las cosas en esto del pop melifluo. Al público de anoche no le importaron estas cuestiones, y despidió a los ingleses como los recibió: con piropos a Chaplin. Vaya con los mofletes...
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.