Escapadas de fin de semana a Ispaster y la playa de Laida

El tiempo de ocio de Aitzol Zubizarreta (Bilbao, 1974) tiene un nombre concreto: Ispaster. El periodista de ETB -ha trabajado siete años como presentador en los informativos y ahora dirige el programa de entrevistas El Punto- pasa casi todos los fines de semana en esa localidad de la costa vizcaína con su familia. "Desconecto de todo. Me dedico a pasear y jugar el mus", dice.

Zubizarreta echa mano del caserío de su suegra, donde coincide a menudo con sus cuñados. "Es como un hotel. Nosotros tenemos nuestra habitación con un baño". Esta posibilidad le ha permitido disfrutar de un paraje que le era casi desconocido, pese a que toda su infancia y adolescencia las pasó en Gernika, a menos de 20 kilómetros de Ispaster. Aquí descubrió en 1998 - "cuando empecé a salir de novios con mi ahora mujer", la también periodista Teresa Aguiló- el paseo al monte Otoio, dos kilómetros de empinada cuesta que requieren 20 minutos a paso relajado. La vista resulta espectacular, con los acantilados y Lekeitio a los pies. Es el deporte que practica, bastante alejado de su juventud, cuando jugó al fútbol como portero. Llegó a militar en varios equipos como el Gernika o el Las Arenas, ambos en Tercera División, hasta que a los 25 años colgó las botas por las exigencias del periodismo.

El periodista de ETB recomienda la subida a la cima del monte Otoio

Después de varios años siendo la cara del Teleberri nocturno, el más visto de ETB, asegura sentirse cómodo con las actuales entrevistas en El Punto. "Tienes más libertad que en el Teleberri, que te venía todo más hecho. Elaboras y eliges las entrevistas, que es la faceta del periodismo que más me gusta, porque yo prefiero buscar la información que dar la cara. Si pudiera, me dedicaría a gestionar la información y que fuese otro el que la transmitiese". Por eso, no tiene ningún apego a la fama ni le importa ser reconocido en público.

Sus paseos por el monte se han reducido considerablemente en el último año y medio, desde que nació su hija Amaia. Lo mismo le ha pasado con otra de sus pasiones: los garbeos en moto. Pero siempre intenta buscar el hueco para alguna escapada, que tienen su destino preferente en la playa de Laida, a escasos 10 kilómetros de Ispaster. "Coger la moto y estar dos horas solo es un ayuno mental. Cada vez me viene mejor ese rato de soledad".

En verano también frecuenta la única playa de Ispaster, la de Ogeia, a la que en los días más concurridos hay que acceder andando. "Sólo te dejan ir en coche hasta la entrada a la playa para descargar los bártulos y dejar a los niños". Con todo, cree que merece la pena: "En la marea baja aparecen grandes planchas de piedra y un sinfín de pocitos, ideales para que jueguen los niños".

Con la familia, las salidas nocturnas suponen una excepción y se limitan a Gernika, especialmente al bar Udalatx y otros establecimientos de la calle Industria. Su restaurante favorito se sitúa en el barrio de Akorda, en el cercano municipio de Ibarrangelu. Es un establecimiento singular: el cliente sólo come lo que el dueño le sirve. "Si vas y haces la intención de pedir, te acompaña a la puerta y te dice que ahí abajo [Akorda se halla en una zona elevada sobre las playas de Laida y Laga] tienes un montón de restaurantes donde puedes pedir todo lo que quieras".