La improvisación y la desconfianza frustran una cumbre contra la crisis

Se trataba de trasladar a la sociedad un mensaje de confianza y de responsabilidad ante la gravedad de la crisis por la que atraviesa la economía real en la Comunidad Valenciana, donde el paro ha crecido un 53% en los últimos doce meses. Paradójicamente, la desconfianza, la falta de voluntad y la improvisación fueron los elementos que dieron al traste, de momento, al menos, con la cumbre contra la crisis.

Para ayer a primera hora de la mañana estaban citados por el presidente de la Generalitat, en el Palau de la calle de Caballeros, los responsables políticos de los dos partidos mayoritarios, Ricardo Costa, por el PP, y Jorge Alarte, por el PSPV. Rafael Ferrando, en su condición de presidente de la patronal autonómica; los presidentes de las patronales de Valencia, Alicante y Castellón, José Vicente González, Modesto Crespo y José Roca, respectivamente. También habían sido citados los secretarios generales de los dos sindicatos mayoritarios, Rafael Recuenco, de UGT y Joan Sifre de CC OO. Por el Consell estaban el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el vicepresidente económico, Gerardo Camps. Todos estaban presentes salvo dos: Jorge Alarte y Joan Sifre. ¿Por qué?

Partidos, sindicatos y patronales fueron convocados por Francisco Camps

Los socialistas critican la falta de compromiso del documento oficial

La explicación de Comisiones es sencilla: "No acudimos porque entendemos que el mensaje de confianza a la ciudadanía está reflejado en el Pacto Valenciano por el Crecimiento y el Empleo (Pavace), que el Consell debe impulsar. La gente no espera fotos, sino respuestas. Además, a la reunión se nos convocó ayer [por el martes] por la mañana".

Las razones de los socialistas para explicar su ausencia son mucho más complejas. Primero, insisten en aclarar que querían acudir a la reunión, que incluso anularon varias citas para preparar la cumbre, que consideran aplazada, no suspendida. A continuación, explican porqué decidieron no acudir. Fuentes de Blanquerías subrayan que estuvieron esperando el texto de la declaración institucional desde las 14.30 de la tarde hasta las 0.30 de la madrugada cuando, tras mucho insistir, recibieron un documento de dos folios "vacío de contenidos, sin ningún compromiso y sin ninguna medida concreta. No nos pareció nada serio el procedimiento".

Desde la dirección de los socialistas valencianos derivan la responsabilidad de todo lo ocurrido hacia el gabinete de Presidencia de la Generalitat, al que acusan de actuar como si nada hubiera cambiado en el PSPV. "No nos van a ningunear. Esta gente del PP cree que todavía se nos puede engañar". Socialistas que conocen el texto de la declaración institucional lo califican de "papel infumable, declaración genérica y brindis al sol".

Desde la patronal, en la que tampoco faltaban la desconfianza y el recelo por el protagonismo de alguno de sus representantes, se defendía, precisamente, la bondad de la inconcreción del documento oficial. "No podemos convertir el texto en la suma de las declaraciones programáticas de todas las organizaciones. Sólo queríamos lanzar un mensaje de confianza a los ciudadanos, que supieran que poder y oposición, empresarios y sindicatos estamos juntos a la hora de arrimar el hombro ante situación tan grave".

Desde UGT se coincide en buena parte con este análisis, aunque matizan que más importante que el documento en sí era la propia reunión. "A nosotros nos preocupa ver cómo día a día cierran empresas y nos interesaba estar presentes para poder hablar con la Generalitat, el representante del partido del Gobierno de España y los empresarios. Eso era importante. Y mandar un mensaje de confianza. Quienes no acudieron, que asuman su responsabilidad".

Mientras, en la Generalitat cuestionan el papel de Alarte. No entienden su posición, tras el buen entendimiento registrado en las conversaciones entre Gerardo Camps y Ángel Luna para hablar de financiación.