El puerto coruñés revisa el plan que engulle un monte
La esperada primera reunión entre la Autoridad Portuaria de A Coruña y los vecinos y representantes municipales de Arteixo sobre los efectos y perjuicios que padecen por la construcción del nuevo puerto exterior, en Punta Langosteira, fue larga y con algún resultado. No hay marcha atrás en los planes del puerto de suministrar las obras con piedra procedente del Monte da Costa, una cima de 120 metros de altura que ahora actúa como pantalla natural en este agreste punto del litoral y cuya desaparición dejaría a merced del viento y la contaminación a las aldeas de Suevos y Rañobre. Pero atendiendo la alarma de los vecinos, la Autoridad Portuaria acepta revisar su negativa inicial a un estudio de impacto ambiental y encargar un informe a una empresa externa sobre las consecuencias de esa expropiación y tomar medidas correctoras, según informó Victor Naya, portavoz de los vecinos.
El presidente de la Autoridad Portuaria, Macario Fernández, aseguró a los vecinos que las obras de la nueva dársena sólo requerirá engullir parte de ese monte. Disminuirá en unos 15 metros de cuota de altura. "Lo mejor sería que no se hiciera, pero como dicen que no hay marcha atrás, por lo menos que tomen medidas porque no sabemos si después necesitarán más piedra, y seguirán tragándose el monte", indicó Naya. El puerto atendió la demanda vecinal de revisar el plan de voladuras para minimizar daños, ya que 170 casas han sufrido destrozos.
