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Crónica:Liga de Campeones | Cuarta jornada
Crónica
Texto informativo con interpretación

Dolorosa clasificación del Barça

El equipo azulgrana empata ante el Basilea y se jugará el primer puesto en Lisboa

Ramon Besa

Las sorpresas se dan de forma inesperada, también en el fútbol, que a veces se rige por normas diferentes al sentido común y a la vida. Anoche se anunciaba una goleada en el Camp Nou y, sin embargo, el Barça no pasó del empate con el Basilea. Ni siquiera Messi, repescado para marcar un gol que parecía suficiente, pudo resolver un partido que reunió la mayoría de ingredientes que acaban por conducir al infortunio y al fiasco. Los mayores desencuentros se producen en noches como la de ayer: se empieza por una alineación poco convincente, el equipo se desentiende del juego, la afición no acompaña, el contrario se crece con el tiempo y la fiesta acaba en funeral. Partidos como el de anoche producen las peores noticias: Iniesta se lesionó para seis semanas y, una vez clasificado, el Barça tendrá que jugarse el primer puesto del grupo en Lisboa contra el Sporting.

BARCELONA 1 - BASILEA 1

Barcelona: Valdés; Puyol, Márquez, Piqué, Sylvinho; Víctor Sánchez (Xavi, m. 60), Busquets, Iniesta (Eto'0, m. 66); Hleb, Bojan (Messi, m. 60) y Henry. No utilizados: Pinto, Cáceres, Gudjohnsen y Pedro.

Basilea: Costanzo; Zanni, Ferati, Marque, Safari; Huggel; Carlitos, Ergic, Stocker (Gelabert, m. 82), Perovic (Eduardo, m. 60); y Streller (Derdiyok, m. 69). No utilizados: Stöckli, Hodel, Gelabert, Gjasula y Eduardo Rubio.

Goles: 1-0. M. 62. Messi marca por bajo tras una pared con Henry. 1-1. M. 81. Derdiyok empalma un centro de Carlitos desde la banda derecha.

Árbitro: Alexandru Tudor (Rumania).

Unos 49.479 espectadores en el Camp Nou, la entrada más baja de la temporada.

Los azulgrana fueron víctimas de una parálisis. Se negaron a sí mismos
No funcionó la alineación. Apenas se contaron dos remates al descanso

Ante rivales como el Basilea, nadie se cuestiona por el resultado, sino que la hinchada se pregunta por el número de goles que caerá y cuánto tiempo durará el partido, sobre todo porque el Barcelona ha venido regulando su fútbol en función del marcador, imposible jugar siempre a la misma velocidad y con tanta precisión como últimamente. Desde este punto de vista, el encuentro fue un auténtico drama. Los azulgrana fueron víctimas de una parálisis sorprendente, no sólo porque se negaron a sí mismos después de actuaciones generosas y divertidas en choques difíciles sino que fueron incapaces de ganar un partido sencillo por el escenario y también por el currículo del rival. El Basilea se protegió defensivamente con hasta diez jugadores por detrás de la pelota, pendiente más que nada en retrasar lo máximo posible el primer gol del Barcelona, un equipo que acostumbra a salir como un tiro. El plantel suizo planteó el encuentro como un ejercicio de resistencia y de dignidad. A su objetivo ayudó la distensión azulgrana, desenchufado por primera vez en el curso, falto de revoluciones. El Barça no encontraba espacios en campo ajeno, no combinaba con fluidez y había poco dinamismo. Los delanteros reculaban para recoger el balón en la media, un pecado capital para Guardiola, y se jugaba excesivamente al pie, sin profundidad ni intensidad.

No funcionaba la alineación dispuesta por el entrenador. Los volantes no mezclaban ni presionaban, los puntas tampoco abrían el campo como extremos y apenas se contaban dos remates, y uno a la salida de una falta, cuando se llegó al descanso. Únicamente Iniesta había puesto en circulación a Henry de vez en cuando y los ataques se hicieron excesivamente largos, fáciles de defender para el Basilea, que exigió incluso la intervención de Valdés y el despliegue defensivo de Puyol como lateral y central. Ausentes los futbolistas que marcan la diferencia (Xavi, Messi, Eto'o), el partido no tenía ninguna chicha ni interés, una situación difícil de explicar si se recuerda el 0-5 de la ida y que el equipo suizo contaba tantas derrotas como victorias el Barça: tres en tres partidos. Aunque la contienda demandaba cambios, Guardiola insistió en la reanudación con el equipo inicial. Y continuaron las disfunciones por la falta de desmarque y de línea de pase para eliminar líneas contrarias. Incluso Márquez no daba pie con bola.

No se entendían Bojan y Henry por más que intercambiaran sus posiciones, Hleb intervenía poco y los interiores eran insustanciales. A falta de sincronización y circulación del cuero, se imponía la conducción y el exceso de individualismo. El partido fue empeorando. Ante la falta de incidencias, la hinchada empezó a mosquearse y al técnico no le quedó más remedio que recurrir al banquillo para despertar al equipo. Xavi y Messi salieron al campo por Víctor Sánchez y Bojan, respectivamente, y el Barça se posicionó mejor en el campo y se reencontró con su mejor versión. Puyol recuperó la pelota, Xavi la movió y Messi rompió la defensa del Basilea. Al poco de pisar la cancha, Messi recibió el balón del capitán, tiró una pared con Henry y remató junto al palo de Costanzo.

Messi no se entretuvo en ningún momento para suerte del Barcelona, que volvió a perder el hilo del partido acto seguido por la lesión de Iniesta. El volante se retiró dolorido y su quejido provocó el desconsuelo del equipo y de la afición. El partido se apagó para el Barça y al Basilea hasta cierto punto le resultó fácil empatar en un buen centro de Carlitos que remató Derdiyok en el punto de penalti. Nadie supo sobreponerse a la lesión de Iniesta en una cita aburrida que se convirtió en fatal.

El médico y los jugadores del Barça se interesan por Iniesta, tras su lesión.
El médico y los jugadores del Barça se interesan por Iniesta, tras su lesión.VICENS GIMÉNEZ
Iniesta pelea el balón ante dos jugadores del Basilea.
Iniesta pelea el balón ante dos jugadores del Basilea.REUTERS

Iniesta, baja seis semanas

El Barça empató, pero la noticia más preocupante fue la lesión que sufrió Iniesta, una rotura fibrilar del recto anterior del cuádriceps de la pierna derecha. Los médicos pronostican que causará baja durante seis semanas. Se perderá, entre otros, los partidos de Liga ante el Sevilla, el Valencia y el Real Madrid. "Es una mala noticia. Es un jugador muy importante para nuestro equipo. Esperamos que se recupere lo antes posible", deseó el presidente del Barça, Joan Laporta.

La noticia positiva fue que Diego Maradona, en su presentación como nuevo seleccionador argentino, cumplió el pacto de la federación de su país con el Barça. Messi no será citado para los próximos amistosos de Argentina, empezando por el que jugará el día 19 en Escocia, a cambio de dejarle participar en los pasados Juegos de Pekín. Maradona tiene previsto presenciar hoy el partido entre el Madrid y la Juve.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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