Veinte años en la música

La Orquestra de Cadaqués goza de muy buena salud. Con 20 años de actividad ininterrumpida a sus espaldas -nació en 1988 en el seno del Festival de Cadaqués- sigue manteniendo un envidiable nivel artístico, es de las pocas formaciones españolas que puede competir sin desdoro con grandes orquestas europeas, y en su proyecto artístico los conciertos y grabaciones comparten protagonismo con la pedagogía y el apoyo a la creación contemporánea. Es una orquesta con personalidad, y lo está demostrando en la gira española que cierra los actos de celebración de su 20 aniversario. Tras actuar en Santander y recalar anteayer en el Palau de la Música Catalana, visitan mañana Zaragoza y el jueves acaban el recorrido en Madrid.

La gira de aniversario es una declaración de principios. De entrada, actúan con dos batutas que simbolizan su propia historia, el octogenario director británico Sir Neville Marriner, que es su principal director invitado, y el flautista español Jaime Martin, solista fundador de la orquesta que afronta ahora su bautismo en el podio y que no actuó en Barcelona.

No podía faltar en este aniversario un recuerdo al gran compositor catalán Xavier Montsalvatge, del que interpretan en Barcelona y Madrid, junto al Cor de Cambra del Palau, el Cant Espiritual, sobre texto de Joan Maragall. La elección no podía ser más oportuna: Montsalvatge, enamorado de Cadaqués y asiduo colaborador de la orquesta, escribió la obra en 1958 con motivo del 50 aniversario de la inauguración del Palau de la Música. Programarla en el año del centenario ha sido un detalle. Es una pieza cargada de emoción íntima -Montsalvatge quiso que esta música le acompañara en su propio funeral, como así fue- que Marriner dirige poniendo el acento en su fuerza expresiva.

Mirar al futuro sin renunciar al pasado: ésa es la clave del éxito de una orquesta que tiene un sólido equipo al frente: Gianandrea Noseda es su titular; Llorenç Caballero ocupa la dirección artística; Gennadi Rozdhestenski, Philippe Entremont y el citado Marriner son los principales directores invitados y la soprano Ainhoa Arteta y el compositor Jesús Rueda son artistas residentes. Para conmemorar sus 20 años han publicado un catálogo y lanzan dos nuevas grabaciones, un disco con oberturas de Ferran Sors y la integral de las sinfonías de Brahms, dirigidas por Noseda.