Pedro Pompilio, presidente del Boca Juniors
El veterano dirigente del club fichó a Riquelme del Villareal
El Boca Juniors, el club de fútbol más popular de Argentina, se ha quedado huérfano. Ayer falleció, a los 55 años, su presidente, Pedro Pompilio. El también vicepresidente segundo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) sufrió un ataque cardiaco por la mañana en su casa de Bernal, en el sur de Buenos Aires, donde vivía con su esposa Norma y sus dos hijos, Leandro y Natalia.
Pompilio había celebrado a voz en grito la noche anterior la victoria del Boca ante el Banfield por 0-1, y esperaba iniciar el mes próximo las obras de ampliación del estadio de La Bombonera, cuya capacidad alcanza los 57.000 espectadores. "Estuvimos celebrando con tanta alegría el triunfo contra Banfield. Tenía tantas ganas, tanta fuerza", relataba ayer el vicepresidente segundo de Boca, José Beraldi. "No era bebedor, no era fumador, hacía una vida sana", prosiguió Beraldi. "Había tenido un problema cardiaco muy serio en el 94 y por eso hacía ejercicios y se cuidaba mucho", recordó el sindicalista Roberto Digón, quien se enfrentó a Pompilio en las elecciones presidenciales del Boca en junio pasado. "Vivía para el Boca y su familia", reconoció Digón. Al asumir la presidencia, tomó una decisión clave para el equipo y fichó a Juan Román Riquelme del Villarreal por cinco millones de euros, lo que representa el fichaje más caro de la historia del fútbol argentino.
Pompilio era dueño de la compañía papelera Paysandú y Fadecco. Ingresó en la dirigencia del club en 1985 al ser elegido tesorero. En 1995, apoyó al poderoso empresario Mauricio Macri en su campaña para ganar la presidencia del Boca. Pompilio fue vicepresidente primero de la institución azul y oro desde aquel año y hasta 2007, siempre detrás de Macri. "En 11 años ganamos 16 títulos, obtuvimos 10 copas internacionales, nos constituimos en el club argentino más ganador del siglo", declaró Pompilio antes de ganar los comicios. La popularidad en el Boca catapultó a Macri a la política en 2003, cuando perdió las elecciones municipales de Buenos Aires. Cuatro años más tarde, se tomó la revancha y en diciembre pasado fue elegido alcalde.
Pompilio salía a correr todas las mañanas antes de acudir a la sede del Boca. "Estoy cumpliendo parte del sueño de mi vida", solía decir. "Prácticamente desde que nací fui hincha del Boca", había declarado este hombre, que de niño había recibido el mejor regalo de su vida un día de Reyes: la mítica camiseta azul y oro.
La estrella más popular del Boca y actual entrenador de la selección argentina, Diego Armando Maradona, criticó a Pompilio por la designación de Carlos Ischia como técnico del club y por las peleas entre Riquelme y uno de sus compañeros. "No creo que haya tenido un acierto desde que agarró la presidencia", le atacó Maradona. En cambio, el presidente de la AFA, Julio Grondona, le elogiaba ayer entre lágrimas: "No puedo hablar. Era un hijo para mí. Lo vi nacer".
El vicepresidente primero de Boca, Jorge Amor Ameal, asumirá la presidencia del club.
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