Ciencia en vivo en el museo que se puede tocar

El Parque de las Ciencias de Granada se reinventa. La inauguración el próximo lunes de la cuarta fase de este recinto permitirá consolidar el museo interactivo como centro de divulgación científica. Al Parque, que comenzó su andadura en 1995 y que hasta ahora contaba con algo menos de 30.000 metros cuadrados, se unen ahora otros 40.000 para albergar, entre otros espacios, los pabellones Viaje al Cuerpo Humano, Al-Andalus y la Ciencia, Tecno-Foro y Cultura de la Prevención.

Situado en una zona privilegiada de la capital granadina, el museo que se puede tocar es una importante oferta de ocio, cultura y turismo en la que el visitante se acerca de forma amena al mundo de la ciencia. Con la puesta en marcha de los nuevos espacios, que inaugurarán los Príncipes de Asturias, el parque se convierte en una de las mejores infraestructuras museísticas del sur de Europa, según sus responsables.

La cuarta fase, obra del arquitecto Carlos Ferrater Lambarri, ha supuesto una inversión de 60 millones de euros, y tiene un atrevido diseño con espacios abiertos, vegetación y pabellones cerrados que se entrecruzan. Hasta la tercera fase contaba con unos 300.000 visitantes al año, que ahora prevé duplicar. El recinto es, además, un modelo de arquitectura sostenible con 1.645 metros cuadrados de cubierta solar, que será suficiente para obtener el 25% de la energía eléctrica necesaria para las instalaciones del edificio.

Más allá de la arquitectura, bajo el lema Una nueva especie de museo, el Parque recoge todo lo mejor de la tradición museística: patrimonio histórico, interactividad, contenidos permanentes, grandes exposiciones temporales y talleres.

Ahora da un paso más para incluir la ciencia en vivo: ventanas que permitirán a los visitantes ver sin intermediarios cómo se hace ciencia gracias a profesionales que trasladan sus laboratorios al museo. Especial expectación ha levantado el de plastinación, el primero con el que se dota un museo en España y que permitirá contemplar los trabajos de esta técnica de conservación de material biológico creada por el laboratorio del alemán Von Hagens, y que consiste en sustituir los líquidos orgánicos por resinas plásticas.