"La subida de costes ha superado a la del metal"
Klaus Kleinfeld se convirtió en presidente y consejero delegado de Alcoa en agosto de 2007, el mismo mes que estalló la crisis financiera. Ahora le toca capearla. Y no está siendo fácil. En los últimos trimestres los resultados de Alcoa han menguado, los vaivenes de los precios de las materias primas -lejos de lo que podría pensarse por ser uno de los principales fabricantes de aluminio del mundo- no le han favorecido y algunos de sus principales sectores (construcción o automóviles) viven una situación muy difícil. Pero este alemán, nacido en Bremen en 1957, lo afronta con una mezcla de optimismo y resignación. "Aunque ahora estemos en un mal ciclo, este ciclo pasará", afirma después de mostrar su fe en una empresa que acaba de celebrar su 120º aniversario global y décimo aniversario en España.
"Si no hay acuerdo con las eléctricas, la situación en España pueder ser difícil"
"Invertiremos en España 300 millones, pero sólo si vemos un futuro claro"
"Un tercio de las electrolisis de todo el mundo pierden dinero ahora"
Pregunta. Ya encadenan cinco trimestres seguidos con resultados descendentes, ¿por qué?
Respuesta. Los costes de fabricación están subiendo y, al mismo tiempo, el precio de los metales ha bajado mucho.
P. Pero el frenazo en sus resultados es anterior a la caída de precios. De hecho, antes el aluminio cotizaba a cotas históricas.
R. Ha habido un incremento de costes muy notable: sobre todo en el transporte, el coque o la energía que varía entre un 40% y un 120%. Este aumento de costes ha ido muy por encima del aumento de los precios del metal. Y ahora el precio del metal ha empezado a bajar, mientras los costes han empezado a bajar más lentamente, de tal manera que los márgenes se están estrechando.
P. ¿Y cómo lo afrontan?
R. En las últimas semanas, los precios del aluminio han bajado rápidamente. Estamos actuando drásticamente. Hemos anunciado a comienzos de octubre el cierre de la planta de Rockdale (Tejas, Estados Unidos). Además, vamos a recortar las inversiones que no tengan un carácter crítico y a detener el programa de recompra de acciones propias.
P. ¿Puede darse un estrangulamiento?
R. Mirando la curva de costes, un tercio de todas las electrolisis del mundo pierde dinero en este momento, no en Alcoa necesariamente, sino a nivel global. ¿Cuánto tiempo se va a mantener en esta situación? Nosotros ya hemos actuado, ahí está el cierre de Rockdale. Evidentemente para cerrar hay una serie de costes, pero es una cuestión de tiempo. Si eso ocurre, y hay una restricción de suministro esto tendrá un impacto en el mercado.
P. ¿Preveían ustedes el desplome de precios?
R. No creo que nadie en el mundo pudiera preverlo. Hace unas semanas antes, no conocía a nadie que no tuviera buenas previsiones a corto plazo. Pero no es todo negativo, hay aspectos positivos. Si compramos, y se puede comprar hoy, aluminio, para dentro de cinco o diez años el precio es un 20% o un 40% respectivamente más alto de lo que es hoy. Al final, la curva a futuro es muy positiva.
P. Sectores que son grandes consumidores de aluminio (automóviles o construcción) están pasando por un mal momento. ¿Afecta a su demanda?
R. Absolutamente. Por ejemplo, en España, la venta al sector automovilístico ha caído en un 40%. También en Estados Unidos está bajando. Aunque hay mercados como el asiático donde el mercado se mantiene todavía fuerte. Además, hay otros sectores como el de la energía eléctrica o el de la fabricación de turbinas que crecen. Con lo que efectivamente hay desaceleración de un tipo de sectores, pero hay otros que todavía se mantienen realmente potentes.
P. Si continúa la situación actual, ¿hay prevista alguna medida en España de desinversión?
R. En España tenemos una presencia muy importante [el 7% de la facturación total de Alcoa procede de España]: tres plantas de electrolisis, tres de productos laminados y una refinería de bauxita para convertir alúmina. Hemos invertido notablemente en España y el objetivo es seguir haciéndolo. Ahora bien: hay dos retos importantes. El primero es la situación económica general. Esto es lo normal, algo que trabajaremos y sobrellevaremos. Es el reto diario.
El segundo capítulo es el tema de energía. Ahora estamos bajo tarifa, pero esta situación se acaba en diciembre. Estamos trabajando para conseguir un contrato bilateral con las compañías eléctricas. Estamos y vamos a seguir hablando con las compañías eléctricas. Somos un gran cliente y estamos seguros de que llegaremos a una solución satisfactoria.
P. ¿Y si no se llega a esa solución?
R. Queremos invertir aquí 300 millones, pero sólo lo haremos si vemos un futuro claro. En los últimos 10 años hemos invertido más de 500 millones y estamos muy contentos. Pero la situación actual representa una desventaja para nosotros. Y pone en dificultades nuestra competitividad. Esperamos conseguir acuerdos y somos optimistas sobre el futuro.
P. Y si quedan en desventaja, ¿sólo se replantearían inversiones o cerrarían alguna planta?
R. Es un escenario que en principio creemos que no ocurrirá, y somos optimistas. Pero la realidad es que si el acuerdo no se consigue la situación puede ser complicada.
Aunque soy muy optimista y me parece una exageración decir que no hay salida a esta situación. En principio, es un escenario que no contemplamos y no esperamos que ocurra.
P. La crisis financiera ha puesto muy en entredicho los salarios de los ejecutivos ligados a los objetivos a corto plazo. ¿Qué opina al respecto?
R. Es importante diferenciar en función de los resultados que se logran. No se puede tratar a todo el mundo igual. Los que trabajan bien y alcanzan los objetivos, evidentemente tienen que ser mucho mejor recompensados. Además, existe lo que se ha denominado la guerra por el talento y va a seguir existiendo incluso en esta situación donde hay un frenazo en la economía.
P. ¿Y justifica esa guerra los salarios que se pagan en los puestos ejecutivos?
R. Se trata de tener un talento único. No justifico los salarios enormes que se pagan en algunas empresas, pero ¿está justificado el salario que el Real Madrid pagó a David Beckham? Al final, depende de los casos y es muy difícil dar una respuesta. Ha habido algunos excesos en algunos sectores [en referencia al sector financiero], ha sido uno de ellos, pero la realidad es que hay que seguir luchando por el talento.
P. ¿Y cree que se puede establecer algún tipo de límites o debe ser el mercado el que se autorregule?
R. El problema es el comportamiento humano. Hay una línea muy fina entre lo que nos hace geniales y lo que provoca la crisis. Poner en cajas el comportamiento humano es muy ingenuo. Lo que se puede hacer es ser más consciente de no pasar la línea. Regular sobre eso es un ejercicio baldío.
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