El Gobierno vasco y el PSE chocan en la conmemoración del Estatuto

Los dos grandes bloques políticos del País Vasco caminaron ayer por sendas tan opuestas, exhibieron lenguajes tan antagónicos y explicaron estrategias tan estereotipadas que abonan con generosidad el campo de la abierta confrontación. A fecha de hoy, los nítidos escenarios de la política vasca son dos: la soberanía (llamada de momento derecho a decidir) y el Estatuto.

Dos 'abertzales', detenidos por tirar piedras a falangistas en el acto de Vitoria

En la celebración, ayer, del 25-O, fecha en la que desde hace casi tres años el lehendakari Ibarretxe estaba empeñado en reclamar la posibilidad de consultar a los vascos sobre su futuro, el tripartito (PNV, EA y EB) y Aralar disfrazaron el revés que les supuso la sentencia adversa del Tribunal Constitucional con una movilización de despedida y un canto a la soberanía. Por el contrario, el PSE-EE dedicó su acto a apostar por el Estatuto como fórmula de pluralidad y convivencia.

Los participantes en la reivindicación nacionalista -20.000 según los organizadores- completaron entre seis localidades de Gernika a Vitoria la proclama Euskal Herria, pakea bai; erabakia, bai (la paz en Euskal Herria, sí; la decisión, también). Esta respuesta popular hacía olvidar la cadena humana, inicialmente prevista como respuesta a la ilegalización de la Ley de Consulta.

Los convocantes aprovecharon para reafirmar sus principios en el acto que clausuró la movilización, en una plaza de Vitoria, informa Genoveva Gastaminza. En un documento consensuado, las cuatro formaciones reiteran su apuesta por la existencia del pueblo vasco, el diálogo político y el derecho a decidir. Para que no haya dudas sobre la identidad de su manifiesto, quienes sustentan al Gobierno vasco y Aralar admiten que la iniciativa "busca proclamar ante Europa y ante el mundo nuestra existencia como pueblo asentado en siete territorios ubicados en dos Estados y nuestro derecho a ser consultados para decidir nuestro propio futuro". Los cuatro partidos, que han desacelerado su voluntad de apelar individualmente ante el tribunal de Estrasburgo "la prohibición de la consulta", pidieron el fin de ETA y el impulso del diálogo.

La apuesta identitaria en Vitoria contrasta con la encendida defensa del Estatuto de Gernika que Patxi López, candidato a lehendakari del PSE-EE, hizo ayer en Bilbao, informa Aitor Guenaga. Para los socialistas, el Estatuto de Autonomía es el "instrumento que garantiza el derecho a decidir de los vascos". En la capital alavesa, por contra, nadie aludió al Estatuto a pesar de que se celebraba su 29º aniversario, precisamente una semana después de que el País Vasco haya recibido su primera transferencia de investigación desde hace casi 10 años.

López aprovechó su discurso para crear un clima más plural. El líder socialista, que 24 horas antes había estructurado un plan de acción contra la crisis en Euskadi, mantuvo este tono de acción de Gobierno para comprometerse, "cuando sea lehendakari", a negociar con "todas" las fuerzas políticas la reforma del Estatuto, encaminada a conseguir "más competencias" y la posibilidad de realizar "consultas a la ciudadanía en materias para las que se tenga esta facultad".

Un reducido grupo de seguidores de Falange, encabezados por Ricardo Sáenz de Ynestrillas, aumentó la tensión concentrándose a 200 metros del acto nacionalista en Vitoria. La Ertzaintza detuvo a dos jóvenes de la izquierda abertzale por tirar piedras y cócteles molotov a los falangistas.