El sueño de una novela secreta

El sueño de un libro de cuentos es ser una novela secreta. En el fondo es ir conformando una red que los vincule, que una los distintos relatos para formar una novela secreta". Juan José Millás, el maestro de la distancia corta, afronta en su nuevo libro, Los objetos nos llaman (Seix Barral), ese sueño que él consigue realizar. "Hay dos modos de hacer un libro de relatos, uno es la adición de unos cuentos detrás de otros, la suma sin ninguna relación más que la mera proximidad dentro de la misma obra. Otro es intentar que esos relatos se relacionen, que su encuentro no sea la simple correlación", explica el autor, reciente premio Nacional de Narrativa por su obra autobiográfica El mundo.

"Hay un personaje que son muchos. Quizás es un solo personaje que se desdobla en sus distintas obsesiones y manías"

En Los objetos nos llaman, con relatos muy cortos, algunos de apenas dos páginas, Millás, valenciano de 62 años, ha optado claramente por el segundo modo de afrontar una obra de cuentos. El autor ha ido guardando a lo largo del tiempo sus relatos y los ha seleccionado para hacer lo que él llama un retículo de pequeñas calles. Él tiene muy presente una imagen a la hora de hablar de su nuevo libro: la de una red de callejuelas estrechas y pequeñas, como la de tantos cascos antiguos de ciudades europeas, unas húmedas, otras oscuras, algunas más luminosas, que uno va recorriendo y vagando y que te depara la sorpresa de volver al punto de partida. "Unas calles desembocan en otras y te vas encontrando sorpresas por el camino", asegura Millás. Es como si de un viaje se tratara paseando por los callejones de Venecia o de Córdoba.

En la obra, conformada por un total de 75 relatos, divididos en dos partes -Los orígenes y La vida-, se mezcla fantasía y cotidianidad, mujeres grandes obsesionadas por hombres diminutos, junto a maniquíes que sudan o los amigos invisibles o los padres que no reconocen a sus hijos. También lo que valen las almas o un hombre que vive un día por delante de los demás y se encuentra a una mujer que vive dos días por delante y que le anuncia su próxima muerte.

Los orígenes, la parte más centrada en la infancia y la adolescencia, está recorrida por un personaje o varios que menudean por las calles estrechas de esa ciudad invisible. Es la presencia de los padres, las madres, la escuela, la calle, los juegos. "Mi madre sólo escuchaba la radio para estar de acuerdo o en desacuerdo con ella", comienza el relato 'Ganas de bronca'. O "Dentro de poco te dirán que los Reyes Magos son los padres. Se lo dicen a todo el mundo al cumplir tu edad. No te lo creas. Los Reyes existen, pero como los mayores no saben el modo de explicar su existencia, dicen eso, que son los padres", le dice un hermano a otro más pequeño en 'Los padres mienten'.

El personaje se hace adulto en La vida. Allí las calles se ensanchan, asegura Millás, como en las grandes ciudades, para que ese adulto pueda desahogarse. Y entra la pasión, el amor, el sexo, la muerte. "Nunca había creído en la compañía que proporcionan los perros, ni en su fidelidad. Pero llevaba ya dos años solo y había fracasado en todos sus intentos de encontrar a alguien no ya con quien vivir, sino con quien verse los sábados o los domingos para no olvidar su propio idioma" es el comienzo de 'Relaciones personales'. Millás no sabe si es uno o varios personajes los que recorren Los objetos nos llaman. "A veces se desdoblan. Es un personaje que son muchos, con tics semejantes. Quizás es un solo personaje que se desdobla en sus distintas obsesiones y manías". Y aunque asegura que no es autobiográfica en lo literal -"en todas partes hay siempre algo autobiográfico"- , sí lo es en su atmósfera. Una atmósfera "muy cotidiana y muy fantástica". No en vano, el autor asegura que no hay nada más fantástico que lo cotidiano.

Los objetos nos llaman. Juan José Millás. Seix Barral. Barcelona, 2008. 245 páginas. 17 euros. Sale a la venta el próximo martes, día 28.