Caixafòrum exhibe obras "eucarísticas" de los Uffizi

Una maternidad de Botticelli y un Cristo crucificado de Lorenzo Monaco son las estrellas de una selección de 45 obras sobre el tema de la Eucaristía en su gran mayoría procedentes de las reservas de la Galería de los Uffizi de Florencia y que puede verse hasta el 8 de febrero en Caixafòrum en Barcelona. "La selección pone el acento en el concepto de la pieza más que en la aproximación estilística o formal", explicaba ayer Antonio Natali, director del museo florentino y comisario de esta exposición que, con el título El pan de los ángeles, ya se presentó en la sede madrileña de Caixafòrum, donde contó con 270.000 visitas.

El pan de los ángeles reúne obras de las reservas, pero gracias a ella se "descubrió", por ejemplo, una Virgen con el niño de Parmiginiano que forma parte de la exposición junto con otras significativas de Luca Giordano, Giovanni Martinelli, Alessandro Allori y otros pintores de los siglos XV al XVII. "Es una prueba de la necesidad de ampliar el museo para poder exhibir las obras maestras, que permanecen ocultas en las reservas por razones de espacio", afirmó Antonio Natali, director de la Galería de los Uffizi, que explicó, además, que parte de la colección de arte contemporáneo de La Caixa se exhibirá en 2010 en el museo florentino.

La entidad barcelonesa, que posee una importante colección de más de 750 piezas, inaugurará una nueva sala dedicada a las exhibiciones temporales, fruto de la reestructuración del museo, actualmente en curso. Los Uffizi, inaugurados por Francesco de Médicis en 1581, en un edificio diseñado por Giorgio Vasari, duplicarán la superficie actual, con la anexión de la planta anteriormente ocupada por el Archivo de Estado. "Hasta ahora me negué a exponer obras de artistas vivos, pero la colección de La Caixa es suficientemente relevante, internacional y diversificada. Entre las grandes obras no hay fracturas cronológicas, se establece un diálogo poético", añadió Natali.

La exposición que ahora puede verse en Barcelona recorre todo el ciclo de la Eucaristía en un recorrido que va desde las premoniciones del Antiguo Testamento -como en la obra el Sacrificio de Isaac, de Livio Mehus- a la resurrección y transustanciación pasando por las maternidades (hay una sala con hasta 10 que representan la misma angustia del niño que busca refugio y de la madre consciente de su destino) o por el ciclo de la pasión.