Consejos para la compra

Siempre asaltan las dudas a la hora de decidirse por comprar una cámara u otra. La oferta es muy variada y como siempre, será el presupuesto el que mande. No obstante, convendría tener presente algunos datos fundamentales.

EL SENSOR

Es uno de los elementos más importantes de la cámara de vídeo; de él depende la calidad de las imágenes. Al igual que en las cámaras de fotografía digitales, la resolución y el tamaño son sus dos puntos más importantes y en los que se debe fijar especialmente. Aparte de poder ser de tipo CCD, CMOS o MOS, las cámaras pueden llevar sólo uno (lo más normal en cámaras de media y baja gama), o bien tres, uno para cada color, en las cámaras de alta gama y en las profesionales.

LA ÓPTICA

El objetivo es, junto con el sensor, el otro elemento más importante de la cámara. De él depende el enfoque, el diafragma o iris y el zoom, la capacidad de aumentar o disminuir la distancia focal. Un buen objetivo, de una marca reconocida, siempre es de agradecer. En cuanto al zoom, hay que distinguir entre el óptico, el real, el que desplaza físicamente los grupos de lentes del objetivo y el zoom digital, que lo único que hace es recortar la imagen producida por el sensor y dar la sensación de ampliación pero a costa de una considerable pérdida de calidad, así que mejor no tenerlo presente.

EL SONIDO

La calidad del audio depende del micrófono que incluye la cámara, aunque hay algunas que llevan conexión para un micrófono externo. Por regla general, el sistema de grabación es estéreo -dos canales- y Dolby Digital.

LA TRANSFERENCIA

Al ser digitales, la mayoría de las cámaras, llevan conexión directa al ordenador. Las mejores suelen ser las USB 2.0 y las FireWire, aunque pueden utilizarse otras. Si quiere capturar vídeo directamente desde un programa ejecutado en el ordenador, recuerde que no podrá utilizar estas conexiones, son sólo para la transmisión de datos ya grabados por la cámara.

SOPORTE DE GRABACIÓN

Por regla general, la primera decisión es ir por una cámara con una calidad estándar pero a cambio con un precio mucho más bajo, o bien, optar por una de alta definición (HD), mucha más calidad y lógicamente más cara. El estándar más popular es la cinta Mini DV, (unos 200 euros de media) y en franco retroceso, no así las cintas profesionales. Luego, tanto en un caso como en el otro, el disco duro (unos 400 euros por 40 GB), el DVD que acabará siendo Blue-ray y la tarjeta de memoria en ascenso continuo.