Joshua B. Jeyaretnam, opositor al Gobierno de Singapur
Luchó por la libertad y los derechos humanos en su país
Joshua Benjamin Jeyaretnam, el principal opositor durante mucho tiempo al Gobierno de Singapur, murió el 30 de septiembre a los 82 años a causa de un ataque al corazón. Defensor de la justicia social y la libertad de expresión, especialmente durante el mandato de Lee Kuan Yew, que fuera primer ministro de la ciudad-estado de 1959 a 1990 y que, como mentor del ministro, sigue influyendo en el Gobierno del mandatario actual, su hijo, Lee Hsien Loong.
Ben, como era conocido Jeyaretnam, fue enviado a prisión algún tiempo, regularmente perseguido y quedó en la ruina por tener que pagar lo equivalente a cientos de miles de euros en juicios y acusaciones del Gobierno por "difamación". Nació en Sri Lanka, en una familia tamil que emigró a Singapur cuando era colonia japonesa, y estudió leyes en Inglaterra. Tras su vuelta a la Ciudad de los Leones se hizo cargo del Partido de los Trabajadores y lo renovó cuando éste estaba casi moribundo por falta de un líder efectivo.
En 1981, tras 16 años de independencia, se convirtió en el primero de los dos únicos miembros del Parlamento que no pertenecían al Partido de la Acción del Pueblo (PAP), en el poder desde 1965 cuando se proclamó la República de Singapur. En 2001, perdió su lugar en el Parlamento tras no poder pagar una nueva multa impuesta por Lee Kuan Yew y su hijo, quienes tienen como valores principales el orden jerárquico y sumisión.
Aunque la economía de libre mercado de Singapur es muy próspera y libre de corrupción, no hay seguridad social y faltan libertades y derechos, explica por teléfono G. V. C. Naidu, experto en política de Asia y profesor en el Instituto Nacional de Estudios del Sureste Asiático de Singapur. "Jeyaretnam soñaba con una sociedad más abierta y con más libertades. Sin él quedará un hueco en la política: nadie tiene su carisma y valentía para llevar la oposición", dice.
A Ben le molestaban particularmente las malas condiciones laborales y que cualquier disensión fuera suprimida para mantener el monopolio en el poder. En junio pasado formó el Partido Reformador para retar al PAP. Tras su muerte, Amnistía Internacional lo describió como "un inquebrantable activista por el Estado de derecho y por todo el espectro de los derechos humanos".
Su mujer, Margaret, una británica que conoció durante sus estudios en Londres, murió de cáncer en 1980, tras apoyarlo intensamente en su campaña para ser miembro del Parlamento, pero no llegó a ver su triunfo. Les sobreviven sus dos hijos, Kenneth, economista, y Philip, escritor, y cuatro nietos. "A pesar de su gran lucha política, siempre cuidó mucho de su familia", dijo su hijo Philip ante la multitud que escoltó los restos de Ben al crematorio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.