La Filharmonía mezcla épocas y estilos en A Coruña
La Real Filharmonía de Galicia (RFG) programó un concierto basado en el equilibrio de obras, épocas y estilos. El compositor gallego Jesús Bal y Gay (1905-1993) escribió su Concerto grosso en homenaje a Johann Sebastian Bach. Su primer movimiento está escrito de forma dialogada entre las distintas secciones de la orquesta, con un canto sincopado sobre un ritmo muy marcado. El del adagio central es una melodía bellísima, expuesta magistralmente por el oboe de Esther Viúdez sobre las maderas y trasladada a los violines, que lo tocaron con gran sensibilidad bajo la dirección de Maximino Zumalave. El equilibrio entre secciones en el animado allegro final fue una demostración del crecimiento artístico que está experimentando desde hace tiempo la RFG.
La soprano estadounidense Stephanie Houtzel hizo una versión más que digna de los Lieder Des knaben Wunderhorn, de Mahler. Muy mahleriana en el enfoque y la expresión, tiene una bella voz, especialmente en medios y agudos. Su registro grave agradecería un poco más de potencia, pero sobre todo de proyección. Su forma de apianar, cerrando la boca, altera su timbre e impide que sus pianos se oigan en plenitud.
El plato fuerte de la noche fue una Séptima de Beethoven francamente notable. El empleo ya general de la nueva edición crítica en los conciertos ha traído como consecuencia más claridad de planos sonoros y un gran enriquecimiento de líneas interiores. Zumalave encontró un buen punto de equilibrio en la potencia sonora, sólo con un pequeño exceso de las trompetas, y mantuvo firme el pulso, imprescindible en esta obra.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.