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Reportaje:

Canasta de incertidumbres

La ACB promete espectáculo para hacer olvidar la crisis económica que afecta a algunos clubes, el conflicto con la Euroliga y la marcha de algunas de sus estrellas a la NBA

Robert Álvarez

Lo mejor que puede pasar es que el balón empiece a botar. Lo hará hoy. Por fin empieza la Liga de baloncesto, la ACB, además con un plato fuerte, el Unicaja-Real Madrid (20.00, La 2). Las malas noticias desde que el TAU se proclamó campeón del pasado torneo se han convertido en una pesadilla, sobre todo en aspectos colaterales pero que inciden en la competición.

Se trata de cuestiones como la crisis económica que tanto ha afectado al sector del ladrillo y que ha arramblado con un equipo de postín como el Akasvayu Girona y ha dejado sin patrocinador al Murcia, lo cual se ha unido a los apuros que han estado a punto de fundir al Estudiantes. O el creciente expolio por parte de la NBA, que año tras año se lleva a las perlas del baloncesto español, caso esta vez de Rudy Fernández (Portland Trail Blazers) y Marc Gasol (Memphis Grizzlies). Y, lo que faltaba para el duro, también el rifirrafe entre la ACB y la Euroliga a cuenta del proyecto de cerrar la competición continental con tres equipos españoles dentro (Madrid, Barça y TAU), adjudicando sólo otra plaza según la clasificación de la Liga española. El lío es tal que ayer mismo la mayoría de los clubes se reunieron para hacer frente común al proyecto.

El calendario es atípico porque un equipo descansará cada jornada

La última sorpresa de la competición española es que reunirá a 17 equipos, dado que la ACB ha tenido a bien no cubrir la plaza del Akasvayu, ni siquiera reintegrando al Obradoiro, que ganó una demanda en el Tribunal Supremo por alineación indebida en el partido que supuso su descenso... ¡hace 17 años! El calendario es atípico porque un equipo descansará en cada jornada.

Pese a todo, las perspectivas son optimistas si se atiende a lo realmente importante. Sobre las canchas se augura espectáculo, competencia, la calidad de algunos jugadores excepcionales y el notable nivel de la media docena de equipos que aspiran al título.

Lo excepcional es que uno de los pilares de la Liga no ha cumplido todavía los 18 años. Se llama Ricky Rubio y habrá que disfrutarlo al máximo antes de que se marche a la NBA. Y junto a él, Juan Carlos Navarro, que regresa con más hambre que nunca después de su frustrante experiencia en Memphis, donde sació su sueño de jugar en la NBA pero no pudo encontrar su sitio en un equipo desestructurado. Los demás medallistas con la selección en los Juegos garantizan nivel. Raúl López, Felipe Reyes y Mumbrú forman la base del Madrid, de la misma forma que Cabezas, Berni Rodríguez y Carlos Jiménez siguen siendo el alma del Unicaja. El buen nivel de los españoles convive con la presencia masiva de extranjeros: 77 frente a 113 foráneos. Pese a que es imposible competir con la NBA o con clubes tan ricos como algunos griegos o rusos, capaces de fichar a golpe de talonario a Jorge Garbajosa (Khimki), siguen llegando a España buenos jugadores. El Barcelona es el que más ha invertido fichando a Barrett, Santiago, Andersen y Barton. El Madrid se ha remozado con Pepe Sánchez, Hosley y Massey, y el Pamesa no se ha quedado corto con Perovic, Dikoudis, Pietrus, Kugo y Rafa Martínez.

El TAU mantiene el núcleo con el que logró el título el año pasado, incluido Thiago Splitter, renovado a pesar de las ofertas de la NBA. La principal novedad en Vitoria es el regreso de Dusko Ivanovic. Con él ya ha conseguido el primer título, la Supercopa, ante un CAI Zaragoza que vuelve a la ACB tras muchos años de ausencia. Otra buena noticia.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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