Muere un pinchadiscos tras ser agredido en su piso de Centro
La víctima tenía heridas provocadas con una botella.- Coco se dedicaba a la música desde 1990 y era integrante del dúo Ciëlo
A Jorge Luis Revilla todo el mundo le conocía como Coco. No sólo en el mundo de la música techno, en el que gozaba de un gran reconocimiento como integrante del dúo Ciëlo, sino también en el número 5 de la calle de Isabel la Católica (distrito Centro), donde vivía desde hacía 12 años, cuando llegó procedente de Valencia. Allí, en su piso, situado en la segunda planta del edificio, le encontraron muerto a primera hora de la mañana de ayer. Presentaba numerosos cortes y una brecha en la cabeza. Alguien le había agredido con una botella en el transcurso de una pelea.
Su compañera de piso le encontró muerto al llegar a las ocho de la mañana
Unos fuertes gritos despertaron bruscamente a Ingrid, una vecina del tercer piso del antiguo inmueble en el que vivía la víctima. La manija del reloj había pasado hacía un rato las cuatro de la madrugada. Alguien discutía. De pronto escuchó varios golpes y ruido de cristales. "Era como si alguien hubiese estrellado una botella y otra persona se lamentase", explicó horas más tarde, aún con cara de susto, medio escondida tras la puerta de su casa. "Estaba casi dormida en la cama; aquí se escuchan muchos ruidos por el patio", se justificó la mujer.
A esa misma hora, otra vecina del edificio vio a un hombre "de aspecto sospechoso" salir del portal y pudo aportar una descripción a los agentes del Grupo X de Homicidios, que se ha hecho cargo de la investigación.A las ocho de la mañana, la compañera de piso de Jorge le encontró tirado en el suelo. Inmediatamente alertó a los servicios de emergencia, pero cuando los sanitarios llegaron a la vivienda, el hombre, de nacionalidad peruana y 40 años, estaba muerto, según indicó una portavoz de Emergencias 112. Tenía varias heridas que, al parecer, fueron realizadas con una botella.
La noticia de la muerte de Coco corrió como un reguero de pólvora entre todos los vecinos del inmueble, conmocionados por la noticia. "Era una bellísima persona", explicó desde las escaleras Isabel, dueña del edificio situado en el número 5 de Infanta Isabel y casera de Jorge Revilla. "Llevaba con nosotros desde hacía 12 años y nunca creó ningún problema", añadió. La buena relación entre inquilino y casera había hecho que incluso ésta le permitiera subarrendar el piso en el que residía de alquiler. Ahora vivían con él una mujer, que encontró su cadáver cuando volvía a casa, y un joven. "Antes estuvo otro chico. Un extranjero que había venido a España con una beca Erasmus", remachó el hijo de Isabel, mientras daba el biberón a su pequeño en su vivienda del tercer piso.
Coco se dedicaba a la música desde el año 1990. Fue entonces cuando, junto a Mario Telegram, peruano como él, formó en España el grupo de música electrónica Silvania. Con ese nombre grabaron varios discos a lo largo de los noventa. Ya en 1999, ambos fundaron una nueva formación, Ciëlo, cuyo estilo derivó hacia el techno pop, y crearon un sello discográfico propio llamado Clic New Wave, con el que venían produciendo sus últimos trabajos.
De manera paralela a su faceta musical, Jorge trabajaba también como pinchadiscos en varios locales de Madrid. Entre ellos, la discoteca Cool, situada justo enfrente del bloque de viviendas en el que vivía. Precisamente allí, Jorge y Mario habían celebrado el viernes su último concierto. Un trabajador de la sala aseguró a mediodía de ayer desconocer la relación que el fallecido mantenía con la discoteca, frecuentada mayoritariamente por público homosexual.
"Ayer estaba en casa. Él trabaja por la noche, pero a medianoche se escuchaba música", recordaba su casera aún con las bolsas de la compra en las manos. Según ella, Jorge Revilla no tenía familia en España. "A principios de año viajó a Perú a ver a sus familiares y estuvo algunas semanas", añadió. Pero no fue su único viaje, recordaban sus vecinos. La música le permitía desplazarse habitualmente por diversas ciudades españolas y europeas.
La policía cree además que la cámara del hotel ubicado al final de la misma calle pudo grabar al asesino cuando salía del inmueble. La grabación está en poder de los investigadores.
El cadáver fue trasladado el mediodía de ayer al Instituto Anatómico Forense, donde le fue practicada la autopsia. El Juzgado de Instrucción número 2 se ha hecho cargo del caso.
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