Rojo desteñido
Ferrari completa el desastre con una sucesión de errores de todo tipo
El rojo de Ferrari salió notablemente desteñido de la primera carrera disputada con iluminación artificial. El desastroso repostaje de Felipe Massa dejó en entredicho la fiabilidad del equipo que antaño se distinguía como el más afinado en ese crucial cometido. La salida de pista de Kimi Raikkonen, a cuatro vueltas del final, completó el decepcionante cuadro. "Ha sido un día negro, para olvidar", resumió el jefe del equipo, Stefano Domenicali; "tenemos el potencial para acabar en el primer y en el segundo puesto, pero ni siquiera hemos logrado un mísero punto". Fue la primera vez que Ferrari se quedó totalmente en blanco este año.
A pesar de la sucesión de errores, Ferrari mantiene serias opciones, puesto que en la clasificación por marcas sólo está a un punto de McLaren mientras que Felipe Massa lucha por el título de pilotos a pesar de que Lewis Hamilton le saca ahora siete puntos. Pero ya no hay margen de error cuando sólo quedan tres carreras: Japón, China y Brasil. Entre Massa y Raikkonen suman 11 grandes premios sin puntuar. A lo largo de toda la campaña anterior sólo dejaron de sumar cinco veces. Y hace dos años, siete.
"Ha sido un día negro. No hemos logrado un mísero punto", dice el jefe del equipo
"El Ferrari es el mejor coche, pero hay que acabar las carreras", conviene Massa
Los errores se repiten. Raikkonen ya arrolló al mecánico que sujetaba la manguera de combustible en Valencia al arrancar antes de tiempo y las equivocaciones del equipo en la elección de neumáticos resultaron decisivas en Mónaco y en Gran Bretaña al igual que las roturas de motor (Europa y Australia en el caso de Raikkonen y Hungría y Australia en el de Massa). Todo ello se añade a los accidentes que arruinaron varias carreras de Massa y Raikkonen, que en Singapur sumó la cuarta sin puntuar.
Massa, que había partido desde la pole position, explicó el incidente en su primer repostaje en Singapur: "La luz estaba verde y salí a toda velocidad para no perder mi puesto. De repente, me di cuenta de que algo no iba bien. Vi que llevaba la manguera en el lateral. Me paré y, por suerte, mis mecánicos llegaron rápido para liberarme de ella, aunque ya no pude remontar".
El brasileño, de 27 años, dominó hasta que salió el coche de seguridad tras el accidente de Nelsinho Piquet. "Eso lo cambió todo. Hasta esa parte, habíamos demostrado que éramos superiores a McLaren", comentó. "Tengo que enjugar siete puntos. Es una distancia grande, pero no imposible. El Ferrari es el mejor coche, pero tenemos que terminar las carreras", convino Massa. Eso es algo que no logró tampoco Raikkonen. Se arriesgó más de la cuenta. Su coche golpeó en uno de los pianos a la salida de la chicane y no pudo controlar su Ferrari. Quedaban cuatro vueltas y tuvo que retirarse. "Intentaba atacar a Glock. Hoy, la moral del equipo no es alta, pero daré lo mejor de mí mismo para ayudar a que consiga sus objetivos", dijo el todavía campeón, que, virtualmente, ha perdido la posibilidad de renovar el título.
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