El socialismo valenciano vuelve a mostrar su división interna

La división que ha presidido el socialismo valenciano desde que perdiera las elecciones autonómicas en 1995 sigue tan presente en el seno del PSPV como hace trece años. Dos modelos de partido, uno más cercano a las tesis de la dirección federal del PSOE, liderado por el alcalde de Alaquàs, Jorge Alarte, y otro que reclama una mayor autonomía respecto a Ferraz, encabezado por el alcalde de Morella, Joaquim Puig, se enfrentarán hoy en el 11º Congreso del PSPV, que se celebra en Valencia.

Los delegados valencianos elegirán hoy a su nuevo secretario general en una votación que se anuncia muy reñida pese a que Alarte presentó su candidatura con 266 avales, mientras que Puig contó con el respaldo de 150 firmas. El número de delegados acreditados en el congreso es de 549.

Jorge Alarte se presenta con la bandera del cambio y el apoyo de la plataforma Socialismo y Ciudadanía, que tiene su núcleo en torno a la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín. Joaquin Puig agrupa al sector más identificado con el ex presidente de la Generalitat Joan Lerma. El alcalde de Morella, que anunció ayer que sólo aspira a la secretaría general del partido, sumó los apoyos de Francesc Romeu, director de la Fundación Jaime Vera, y que se postulaba como el candidato de las bases, más los de la corriente Izquierda Socialista. Romeu, caso de que Puig obtuviera la secretaría general, tendría el aval oficial para ser el candidato del PSPV a la presidencia de la Generalitat. Elementos tan heterogéneos se encuentran unidos por su reivindicación de una mayor autonomía frente a la dirección federal y por darle más protagonismo a los militantes del partido.

La secretaria de Organización del PSOE, la valenciana Leire Pajín, advirtió en su discurso inaugural que "[los delegados] decepcionarán a quienes pretenden que el 11 congreso nacional del PSPV-PSOE sea el del debate y el del lío interno". Sin embargo, la candidatura de integración por la que apostaba Ferraz, sede del PSOE, ayer parecía esfumarse y todo apuntaba hacia un congreso abocado a la confrontación.

Las buenas intenciones de Leire Pajín no calaron en demasía entre los delegados, quienes en la primera ocasión demostraron su criterio. Pajín ha coordinado la ponencia oficial, en la que se proponía el cambio de nombre del partido para que se denominara Partido Socialista de la Comunidad Valenciana (PSCV). Sin embargo, los delegados votaron masivamente en comisión (122 a 20) a favor del término País Valenciano y las siglas PSPV.

Puig defendió "una pequeña revolución silenciosa en nuestro partido y una verdadera alianza de generaciones".