Un herido grave en el tercer tiroteo en Marbella en un mes

Un hombre resultó herido de gravedad ayer tras recibir dos impactos de bala en una pierna y en el rostro en el tercer tiroteo que se registra en Marbella en la temporada veraniega. El suceso ocurrió sobre las 19.30 en una cafetería del centro comercial Cristamar, en la calle Ramón Areces, de Puerto Banús.

La víctima, de nacionalidad extranjera no precisada, estaba sentado en la terraza del café-bar Solly's Dinner, donde llevaba desde el mediodía hablando con frecuencia por teléfono. Antes de la agresión, se levantó para echar un vistazo a su coche, un BMW aparcado en doble fila con la ventanilla abierta. En el trayecto de la terraza al vehículo, el supuesto agresor, un hombre de escasa estatura y corpulento, le disparó hasta en cinco ocasiones antes de salir huyendo a pie, según relataron testigos presenciales.

Las detonaciones provocaron una estampida de los numerosos peatones que había en la zona. En la acera quedaba la víctima, que seguía consciente a pesar de las heridas. Con la cara destrozada, acertó a pedirle a un vigilante de seguridad de El Corte Inglés que avisara a su familia de que había sufrido la agresión.

Cinco casquillos

El herido, que hablaba en inglés, es una persona joven, alta y fuerte, según los testigos. Fue atendido en el lugar del suceso por una ambulancia del servicio de emergencias 061 sobre las 19.45 antes de ser trasladado al Hospital Costa del Sol. La policía científica recogió en el lugar del incidente cinco casquillos e bala. Al cierre de esta edición no se había producido ninguna detención por estos hechos.

Se trata del tercer tiroteo que se produce en el último mes en Marbella, una ciudad que empieza a acostumbrarse a este tipo de sucesos. El 22 de agosto tres ciudadanos irlandeses fueron heridos por impacto de bala en el restaurante Aloha Garden en un probable ajuste de cuentas. Al día siguiente, otras tres personas, todas de nacionalidad británica, acabaron en el hospital tras otro tiroteo en la famosa discoteca Nikki Beach. La última víctima mortal de ajustes de cuentas en la ciudad-emblema del turismo andaluz ocurrió el 14 de diciembre de 2007. Ese día, un ciudadano francés fue tiroteado cuando entraba en el restaurante Visconti, ya cerrado.