El regreso del sospechoso

La última contribución de Mijatovic al Castilla hizo que muchos de los técnicos y empleados de Valdebebas se llevaran las manos a la cabeza. El año pasado, el máximo responsable del fútbol en el Madrid aprobó la contratación de Christopher Schorch, un central de 18 años cultivado en el semillero del Hertha de Berlín. El club pagó más de 600.000 euros por el alemán. Un precio récord por un jugador destinado al filial. Schorch no ha conseguido establecerse entre los titulares. Sus posibilidades de alcanzar el primer equipo son remotas. Sin embargo, cuenta con el respaldo de Mijatovic. No se puede decir lo mismo de Rubén de la Red.

Desde que De la Red se estableció como la principal autoridad en el centro del campo del Castilla, hace tres años, Mijatovic lo miró con recelos. "Debe madurar", repetía. Para conseguirlo, le dejó en el filial dos años y al tercero le cedió al Getafe. Las decisiones de Mijatovic no coincidieron nunca con el criterio del responsable de la cantera, Míchel, que desde el principio consideró a De la Red un producto acabado. Listo para el primer equipo.

Mijatovic creyó que lo más oportuno era fichar a Gago, un año más joven que De la Red. Dos años después de su llegada al Bernabéu no se sabe si Gago ha madurado o le falta un punto. Sin embargo, cuenta con el respaldo de Mijatovic.

Mijatovic, como todos sus antecesores desde que despidieron a Vicente del Bosque, no ha dejado de sospechar de la cantera. Este criterio se ha contagiado al banquillo. Dicen en Valdebebas que si en algo coinciden Mijatovic y Schuster es en que Van der Vaart, el último fichaje del Madrid, tiene prioridad sobre De la Red. Con Gago el acuerdo de los técnicos se repite. Hasta el domingo pasado, todos coincidían en que De la Red debía ser suplente. Nadie en el club explicó nunca por qué.

Respecto al holandés, De la Red es campeón de Europa y Van der Vaart no. Respecto a Gago, De la Red tiene gol y Gago no. El domingo De la Red hizo un golazo. Las cualidades de Gago no pasan del círculo central.