"Era clave presionar arriba"

En el descanso, Pep Guardiola silenció al vestuario para dar una instrucción concisa. "Seguimos presionando arriba", soltó. El equipo le hizo caso y el Sporting apenas rebasó la línea del centro del campo con el balón controlado. Egoísta, el Barça se la guardó y la jugó con tanta velocidad que desmontó al rival. "Nos han pasado por encima", concedió Manuel Preciado, técnico del Sporting. "Hemos dado un paso más", abundó Guardiola; "hemos tenido el acierto que otros días nos faltó". Hasta seis dianas contabilizó el equipo, que desde el 20 de mayo de 2007 no marcaba tantos goles a domicilio. Fue en un Atlético-Barça. En el Camp Nou no queda tan lejos; fue en la antepenúltima jornada del curso anterior ante un devastado Valencia.

Messi, que marcó dos goles, afirmó: "Pusimos un ritmo muy alto desde el principio"

El Barça jugó siempre en campo contrario. "Era clave presionar arriba", argumentó Guardiola; "porque apretando en la primera línea se han recuperado muchos balones". Messi le dio la razón: "Pusimos un ritmo muy alto desde el principio". Sólo Messi, precisamente, fue el único delantero que no robó balón alguno. Eto'o rebanó tres y forzó muchos despejes; Iniesta hurtó otros dos; y Bojan, en el poco tiempo que participó, también afanó otro. "El equipo ahoga", incidió Alves. Valdés, que ha recibido un gol cada dos disparos en la Liga, se sumó al carro. "El trabajo da sus frutos", repuso; "me da igual recibir un gol si el equipo gana por cuatro, cinco o seis goles". Márquez le restó importancia al asunto. "No debemos encajar tantos, pero el equipo se mantuvo".

En la tarea defensiva, destacó el novel Busquets. "Tiene mucha personalidad", le elogió Guardiola; "y no era fácil por la situación en la que estábamos". El canterano recuperó diez balones. "Pero había que estar atento con las pelotas perdidas porque ellos dejaban a cuatro arriba". Malogró dos peligrosos al inicio del partido, pero luego lo bordó: 48 pases bien de 50. "Es magnífico ver cómo juega [Busquets]. Tenemos un entrenador que, además de tener la valentía al poner a la gente de la cantera, nos da un estilo y una propuesta de fútbol atractivo", subrayó el presidente azulgrana Joan Laporta.

Obligado por la tabla -si perdía se quedaba de farolillo rojo-, el Barça se exigía la victoria. "Necesitábamos el triunfo", desveló Guardiola; "pero este es el drama de jugar en un equipo grande: cuando ganas es tu obligación; y cuando pierdes, tu culpa". Messi resumió: "Aunque hay que seguir creciendo, este es el Barça que hay". Laporta, sin embargo, advirtió: "Se ha progresado de forma adecuada, pero no podemos confiarnos y desatender a este espíritu de sacrificio". Y Guardiola recordó: "Se ha tenido acierto".

Ausente Henry por enfermedad, el Barça llegó a alinear ayer hasta siete jugadores de la cantera -Valdés, Puyol, Xavi, Iniesta, Busquets, Messi, que fueron titulares, y después Bojan-, dos menos que en la jornada anterior ante el Racing en el Camp Nou. Jugaron los azulgrana en la misma sintonía, conocedores todos de una idea de juego inequívoca, y siguieron aprovechando las jugadas de estrategia: marcaron dos goles a la salida de un córner. "Debemos aprovechar más la estrategia", terció Guardiola. "Hemos sacado 14 córners".