El foso de Montjuïc se llena de risa y espectáculo

La Mercè arrastró ayer a cientos de personas al castillo de Montjuïc, que ofreció una imagen insólita, con carpas de circo y escenarios en el patio de armas, en la muralla posterior -la más cercana al mar- y, sobre todo, en el foso. Esa zona fue la que concentró a más público, sobre todo familias con niños. Después del día de puertas abiertas del pasado mes de junio, el castillo registró ayer otra jornada de gran afluencia de público.

Talleres de circo para los más pequeños, una carpa con acrobacias y malabares, y otros dos escenarios en los que se sucedían actuaciones de compañías de circo de corte contemporáneo fueron las propuestas que más éxito tuvieron, con la ventaja de que los espectáculos se podían enlazar uno con otro. Uno de los espacios entre las murallas del castillo se convirtió en un tranquilo rincón, bautizado con el nombre de Passatge Insólit, que acogió espectáculos de pequeño formato y atracciones mecánicas a cargo de compañías de Cataluña, Andalucía, el País Vasco, Francia, Bélgica y Dinamarca, que volverán a actuar hoy.

Grupos musicales se encargaban de dar la bienvenida en el acceso al castillo, donde los programas de los espectáculos ya se habían agotado al mediodía.

10 minutos en autobús

La llegada al castillo no era complicada, excepto para los que se empeñaron en subir a la montaña en coche particular. El autobús lanzadera habilitado desde la plaza de Espanya al castillo tardaba algo más de 10 minutos en llegar a la fortaleza. Y el otro sistema de llegar al castillo, el teleférico, ayer tuvo colas, y no sólo de turistas, que son los usuarios habituales.

Los espectáculos de circo de la Mercè solían hacerse hasta este año en el parque de la Ciutadella. Una de las ventajas que ofrece el castillo frente al parque es que los espacios son mayores.

La jornada de ayer demuestra que la descentralización de la Mercè facilita más escenarios y que hay público para todos, porque a la misma hora que varias compañías actuaban en Montjuïc, en el parque de la Ciutadella tenía lugar el festival Asia.

Ayer a mediodía también se hizo un especial pasacalle desde la plaza de Sant Jaume hasta el Moll de Barcelona: cinco parejas de gegants -entre ellos los de la ciudad- que junto con otros grupos de animación bajaron por La Rambla hasta llegar al Portal Nou y el Moll de Barcelona, y acabar junto a la torre de Jaume I. Allí hicieron una representación a modo de juicio eclesiástico para dirimir cuál de ellos era el "verdadero" Jaume I, un acto ideado para celebrar el 800º aniversario del nacimiento del conquistador.

El de Fabra i Coats fue el segundo escenario que estrenó la Mercè. El único recinto instalado en la parte norte de la ciudad y alejado del centro atrajo a miles de visitantes. Con actividades desde las once de la mañana hasta más allá de la medianoche, la antigua fábrica se convirtió en un espacio polifacético que divirtió a niños, padres y jóvenes. Cada grupo, eso sí, tuvo su propia franja horaria. Las marionetas y los espectáculos infantiles tomaron la mañana y parte de la tarde; después, el teatro y los espectáculos de danza arrancaron los aplausos de los padres, y ya de noche, el festival de música BAM se preparaba para acoger a los más juerguistas.

Un minuto de silencio

Fue una jornada de la Mercè como otras tantas, con miles de ciudadanos en las calles -la muestra de asociaciones del paseo de Gràcia también estaba repleta-, hasta que se produjo el accidente del autobús en el barrio del Carmel. Después de conocerse lo ocurrido, el alcalde y el resto de la corporación municipal decidieron no asistir a los actos programados, en señal de luto.

Hereu no asistió a la gala de presentación de la película de Vicky Cristina Barcelona en el Auditori y hoy se guardará un minuto de silencio en la plaza de Sant Jaume, antes de la actuación de las colles castelleres.