La Volvo larga velas en Alicante

La Comunidad Valenciana se viste con shorts y un polo, se pone crema solar, unas gafas de sol y se pone a navegar. Primero apostó por la Copa del América. Y ahora, por la Volvo Ocean Race, la Vuelta al Mundo a Vela. Ayer un Puerto de Alicante atiborrado de público -20.000 espectadores según la organización-, acogió la inauguración de esta competición náutica, la más dura realizada por equipos. Soltó amarres la Volvo con el correspondiente desfile de veleros, música y fuegos artificiales. Desde que hace 35 años dos británicos adinerados sentaran las bases de lo que ellos llamaron "el último desafío humano", la Volvo ha ofrecido un sinfín de historias. En aquella primera edición participaban 17 embarcaciones. Solo 14 finalizaron. Fallecieron tres tripulantes. En la última Volvo, un tripulante del ABN Amro 2 cayó por la borda y falleció. Fue el quinto desde 1973.

La Volvo 2008/2009 empezará el 4 de octubre, con las primeras regatas costeras. Y no será hasta el día 11 cuando abandone el Puerto en dirección a Ciudad del Cabo. La dureza de la prueba, de 37.000 millas, situará a los deportistas en situaciones extremas. La etapa más larga, es también la más temida. Desde Quingdao a Río de Janeiro. Del 14 de febrero al 23 de marzo. Y, entretanto, la prueba más dura: sobrevivir al Cabo de Hornos.

Habrá ocho barcos. Aunque, en realidad participan solo seis equipos. Dos de ellos, el Ericsson, el gran favorito y con el mayor presupuesto, y el Telefónica (el segundo en presupuesto, en torno a los 40 millones), el representante español, competirán con dos embarcaciones cada uno. Otro de los aspirantes a la victoria es el Puma. Además, participan el equipo ruso, el Dragón Verde y el Delta Lloyd. Al frente de las dos tripulaciones del equipo español, dos medallistas olímpicos. Tuvieron que adelgazar hasta 14 kilos para ir a China, que ahora han tenido que recuperar. Y obtuvieron su recompensa: medalla de oro para Fernando Echávarri en clase Tornado y medalla de plata para Iker Martínez -junto a Xavier Fernández- en 49r. En total ocho equipos con 11 tripulantes cada uno. 88 hombres preparan el desafío."Prepárense para pasarlo bien", vociferaba el animador tras animar a los espectadores a agitar los tubos fluorescentes que la organización regalaba al público. Muchos obedecían. Otros seguían su paseo impasibles. "Les voy a pedir que levanten ese tubo fluorescente", insistía el presentador. Una hora antes, a las 19.30, abrieron las puertas del recinto, y cientos de personas esperaban ansiosas. Paquita y Encarna, de 80 y 81 años, estaban frente a las puertas desde dos horas antes. No tenían muy claro los detalles ("sé que va a venir un barco") pero querían disfrutar del espectáculo. En general, el público que rápidamente llenó los muelles del Village por los que desfilaron las compañías francesas Des Quidams y Malabars, estaba bien informado. Feli Mateos, otra vecina de la ciudad, responde que la Volvo es la "vuelta al mundo en vela". Y está satisfecha con el evento. "Nos parece genial para Alicante. Mis impuestos los veo muy bien empleados", explica. La pasarela, el paseo elevado construido sobre el espaldón del dique de Levante, junto a la remodelación de la entrada norte del recinto portuario y alguna otra obra complementaria han supuesto a Puertos del Estado un desembolso que ronda los 6,3 millones. El puerto también ha visto cómo la antigua estación de Orán se ha remodelado en combinación con la creación de la zona Village. En total: 10 millones más que sufragan los cinco patrocinadores de la competición, que se beneficiarán de desgravaciones fiscales. La Generalitat defiende que también ha acelerado obras como la remodelación de la avenida de Dénia y mejoras en el Tram. La cuenta suma 45 millones más.

Por su parte, la organización asegura que la competición creará 1.500 empleos y tendrá un impacto económico en la ciudad de 70 millones. La previsión apunta a una audiencia de 1.800 millones de espectadores.

"Muy vanguardista. Tiene reminiscencias bastante marineras", comentaba un matrimonio que, sobre todo, destacaba el cambio que ha vivido una zona que no hace tantos años estaba degradada. Por los muelles del puerto desfilaron zancudos que abrían paso a un gran barco de mentirijillas y grandes muñecos hinchables luminosos. No faltaron los fuegos artificiales. Fue el colofón, tras el desfile de los ocho barcos participantes y su presentación en sociedad. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, sí dijo algunas palabras a la prensa a su entrada al recinto. Recordó que grandes acontecimientos como la Volvo "son necesarios para nuestro futuro".

Por lo demás, pocas caras famosas. El jugador del Valencia CF Joaquín, Jorge Martínez Aspar o el diseñador alicantino Hannibal Laguna fueron la aportación célebre. El vicepresidente primero del Consell, Vicente Rambla, junto a otros consejeros como José Ramón García Antón o Mario Flores, la presidenta de las Cortes Valencianas, Milagrosa Martínez, el delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, la alcaldesa Sonia Castedo y el ex primer edil, Luis Díaz Alperi, fueron algunos de los numerosos políticos presentes.