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Lamela vuelve a la dirección del PP y Ongil asciende

Manuel Lamela y Gádor Ongil. Dos de las víctimas de la purga en la remodelación gubernamental de Aguirre del pasado 26 de junio regresan a primera línea del PP madrileño. Lamela, descabalgado de la Consejería de Transportes por su alineamiento junto a Rajoy en el momento más crudo del enfrentamiento entre éste y la líder madrileña, entrará en el comité ejecutivo. Ongil, destituida de Familia y Asuntos Sociales por sus dificultades a la hora de aplicar la ley de dependencia, será premiada con la vicesecretaría general, la tercera jerárquicamente en el PP madrileño tras el vicepresidente Francisco Granados y la propia Aguirre.

Aguirre sigue rellenando la planilla con el organigrama que saldrá del 14º congreso del PP madrileño, que se celebra los próximos días 19 y 20. Ya casi no quedan huecos. Pero nadie apostaba porque una de las casillas la fuera a ocupar Lamela. Una decisión, la de recuperarle, que desconocía incluso el círculo más íntimo de colaboradores de Aguirre.

La presidenta de la Comunidad anunció el regreso del ex consejero en una réplica a la portavoz de Izquierda Unida, Inés Sabanés, en el debate del estado de la región celebrado ayer. La líder de IU en la Asamblea exigía explicaciones por el caso de las sedaciones del hospital Severo Ochoa de Leganés, acusando a Lamela, entonces responsable de Sanidad, de "orquestar una maniobra sin precedentes de persecución política". En ese momento, Aguirre dio el golpe de efecto al defender "el buen nombre de Lamela" e ir más allá haciendo pública su intención de contar con él en su equipo del partido. "Lamela no sólo es de mi absoluta confianza, sino que dentro de dos días voy a proponerle para que esté en mi consejo ejecutivo regional".

La peripecia de Ongil es muy distinta. Íntima amiga de la presidenta y alineada cerca de sus tesis, su caída del Gobierno regional se debió, dicen, a su incapacidad para manejar la consejería. Entonces, Aguirre le ofreció el cargo de portavoz en la Asamblea. Ella dudó. Demasiado tarde. Ese cargo fue adjudicado a David Pérez. Pero Aguirre no se lo hizo pagar y la nombró senadora. "Estoy muy contenta", fue la espontánea reacción de Ongil.

"Los cambios en el Gobierno se debieron a motivos de austeridad y reducción de consejerías", insistió ayer la líder popular, repitiendo su explicación de la crisis gubernamental.

Otro de los consejeros "represaliados" tras el congreso nacional de los populares, Alfredo Prada, ex de Justicia, no ha tenido la misma suerte. Prada cayó en desgracia en Madrid porque Rajoy lo incluyó en el Comité Nacional Ejecutivo del PP. Además, el lunes le puso al frente de un nuevo departamento de españoles en el exterior.

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