"Lo del freno de mano hay que preguntárselo a los jugadores"

El festival del bostezo empezó mucho antes de que el árbitro pitara el final del encuentro. Muchos aficionados decidieron abandonar las gradas del Bernabéu cuando se dieron cuenta de que no era la noche. Que ni contra un rival que nunca había disputado la Champions y que encima estaba jugando con diez, el Madrid podía marcar más de dos goles. Bernd Schuster ocultó su enfado en la sala de prensa. Más que nada porque antes pasó por el vestuario y regañó a los suyos. "Bien por los tres puntos pero quiero más goles. No se puede anotar tan poco", les reprochó, según contó Gonzalo Higuaín.

El técnico del Madrid habla de "relajación" ante un rival inferior. Lo cierto es que el pasado domingo contra el Numancia también se quejó de la falta de ritmo y llegó a decir que el equipo había echado el freno a mano demasiado pronto. "Sin duda, viendo el comienzo del partido me esperaba un resultado más amplio. Es lo que nos ha faltado hoy. Está la victoria, sí, pero era obligatorio marcar algún gol más contra este rival", explicó el alemán. No le gustó nada que los suyos tardaran tanto en marcar el segundo gol. "Los partidos pueden empezar a controlarse con tranquilidad cuando se marca el tercero o el cuarto, no antes".

Y preguntado por si tenía alguna explicación a la falta de ritmo del equipo, remitió a sus componentes. "Esa sería una buena pregunta para los jugadores porque yo puedo hacer un amago de tirar el freno de mano pero desde el banquillo... En el campo eso no lo controlo yo". Schuster no cree que eso se debe a una falta de actitud y de tensión. Simplemente, el Madrid se sintió superior y no fue capaz de cerrar el partido. "Es un tema que no podemos dejar allí porque en cuanto nos enfrentemos a un rival en condiciones, nos castigará".

¿Y los jugadores? Recibida la bronca en el vestuario fueron abandonando el Bernabéu con cuentagotas. Para algunos, como Marcelo, lo importante eran los tres puntos. Para otros, como Higuaín, el resultado fue inferior a lo esperado pero tampoco es cuestión de hacer un drama. "Lo importante en estas competiciones es arrancar ganando. Sí que podríamos haber marcado más, sobre todo porque nos encontramos con muchos espacios abiertos. No fuimos capaces de aprovecharlos", comentó el argentino.

Heinze achacó la falta de ritmo al clima. "Yo noté que la noche era fría y lo acusé. Quizás sí tenga razón Schuster en exigirnos más porque hubo momentos que el partido se hizo muy lento. A veces queríamos acelerar y no encontrábamos los espacios", lamentó recurriendo a la mística. "Es que el fútbol no es matemática: no se puede golear, ganar y gustar". El central argentino no dio demasiada importancia a los bostezos de la grada ni a las críticas. "Desde arriba siempre se verán partidos diferentes. Igual que desde abajo. Nosotros nunca podremos ver las mismas cosas que ustedes. Si hubiéramos ganado 4-0 ahora estaríamos hablando de otras cosas. Yo no me preocupo porque no bailo al ritmo de los de arriba sino al de mi forma de ser", añadió.

Van Nistelrooy también hizo autocrítica. Pero, por mucho que el delantero holandés admita que existe un problema, no encuentra la explicación. "Era un partido para haber ganado 5-0 y resulta que después del primer gol bajamos el ritmo y empezamos a relajarnos. No sé por qué, pero es un asunto que hay que solucionar".