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La Junta llama "literatura" al varapalo judicial por el Algarrobico

"Literatura que adorna el fallo". De este modo calificó ayer en el Parlamento la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, las consideraciones contrarias a la Junta andaluza del juez de Almería que ha declarado nula la licencia del hotel Algarrobico, en la localidad almeriense de Carboneras. En una comparecencia a petición propia, Castillo volvió a defender la actuación de la Administración andaluza y subrayó que aunque le gustaría que el hotel no siguiera en pie y derribarlo ya, aún hay muchas "garantías jurídicas que resolver".

"Desde el primer momento, la Junta ha dado la cara y ha contado cuál es la situación del proceso judicial que existe en torno al hotel", dijo Castillo, al tiempo que recordó que ya el 10 de mayo del año 2006 el presidente del Gobierno andaluz, Manuel Chaves, y la anterior consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, "se comprometieron públicamente a evitar la apertura del hotel, y así ha sido".

Tras un repaso cronológico minucioso del largo proceso -en el que insistió en que la Junta "no ha variado ni un milímetro en todo este tiempo respecto a sus posiciones"-, afirmó que la sentencia emitida el pasado 5 de septiembre por el titular del juzgado de lo contencioso-administrativo número 2 de Almería, Jesús Rivera, "da la razón a las pretensiones de la Junta". Sin embargo, respecto a las apreciaciones de indicios de delitos del juez en el proceder de la Administración andaluza, la consejera dijo que eran "opiniones personales, absolutamente ajenas al fallo, literatura que adorna el fallo, y que el Gobierno andaluz no comparte".

"Error cartográfico"

El juez acusa a la Junta "abulia y desidia" y afirma que modificó los planos del parque de Cabo de Gata para decir que el hotel era legal. Castillo afirmó que estas "opiniones gratuitas" han sido desechadas por el ministerio fiscal por dos ocasiones, en 2005 y 2007. "Se dejó claro que no hay reproche penal, falsedad, prevaricación, delito contra la ordenación del territorio o contra la protección de los recursos naturales", puntualizó. Insistió en que cuando en 1994, la Junta andaluza amplió el parque de Cabo de Gata-Níjar con la incorporación de 3.500 hectáreas, dentro de las cuales se incluye el suelo del Algarrobico, "se incurrió en un error cartográfico que se asumió y se intentó subsanar". "Es un disparate deducir una intencionalidad maliciosa", agregó.

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