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La pequeña empresa acusa a la CEOE de manipulación

La decisión del presidente de relevar a su 'número dos' desata una revuelta

Lucía Abellán

La unanimidad y la discreción han sido, hasta ahora, señas de identidad de la CEOE. Pero la gran organización empresarial acaba de dar un golpe de timón a más de 30 años de historia con la revuelta interna que ha generado la decisión del presidente, Gerardo Díaz Ferrán, de apartar a su número dos, Juan Jiménez Aguilar.

Las discrepancias entre ambos llevaron el pasado viernes a Díaz Ferrán a proponer su destitución como secretario general y vicepresidente, un hecho insólito en la trayectoria de CEOE.

La junta directiva de la patronal decide esta mañana sobre la destitución
Fuentes sindicales temen que los cambios dificulten el diálogo social

Inusitada resulta también la reacción de algunos integrantes de la organización. La patronal de la pequeña y mediana empresa (Cepyme, asociada a la CEOE) ha respondido con acusaciones de manipulación a Díaz Ferrán. "Su compromiso era terminar el mandato de Cuevas [expiraba en 2010 pero lo abandonó por razones de salud], no cambiar la organización. Si quiere hacerlo, lo que tiene que hacer es presentarse a las elecciones a la presidencia", dispara Jesús Bárcenas, presidente de Cepyme.

El máximo representante de la pequeña empresa, muy vinculado a Jiménez Aguilar, pide a Díaz Ferrán "que se dedique a defender a las empresas y no a batallas". "Nos sentimos defraudados", concluye este dirigente crítico.

Tampoco en Cepyme existe consenso respecto a esas palabras. Arturo Fernández, presidente de la organización de empresarios madrileños (CEIM), censuró ayer a Bárcenas en un comunicado por haber difundido una opinión como responsable de Cepyme sin acordarla con sus órganos directivos. CEIM, que tiene un gran peso en Cepyme y respalda al actual presidente de CEOE, lamenta que su organización no haya sido consultada antes de lanzar las críticas.

Con esta algarabía de trasfondo, los órganos de gobierno de CEOE (comité ejecutivo y junta directiva) abordan esta mañana la propuesta de destitución, que sólo saldrá adelante si la aprueban. Aunque Jiménez Aguilar cuenta con algunos apoyos, el líder de CEOE confía en obtener el respaldo mayoritario para conseguir la salida de su número dos. Oficialmente, Díaz Ferrán ha perdido la confianza en el secretario general porque en 2003 éste firmó un acta de una asamblea que nunca se celebró. En la práctica, las razones que subyacen son bastante menos técnicas. Responden a una falta de entendimiento entre ambos dirigentes desde que Díaz Ferrán asumió el mando de CEOE, según reconocen fuentes empresariales.

Jiménez Aguilar fue designado hace más un año por el anterior líder de la CEOE, José María Cuevas, para continuar la labor que ha venido desempeñando desde 1984. Cuando dejó el cargo en manos de Díaz Ferrán, Cuevas quiso asegurarse de que su más estrecho colaborador durante años continuaba en la cúpula de CEOE. La acumulación de poderes y el gran margen de actuación del que ha disfrutado Jiménez Aguilar durante estos años han irritado al nuevo presidente, que demanda esas competencias.

Además de secretario general y vicepresidente, Jiménez Aguilar encabeza la comisión de relaciones laborales, la del diálogo social, administra las empresas de formación de la CEOE y representa a la organización en el exterior. Es de esperar que la propuesta de destitución incluya todos esos cargos.

Fuentes sindicales temen que la salida de Jiménez Aguilar dificulte el diálogo social, pues el secretario general ha pilotado durante años las negociaciones con el Gobierno y los representantes de los trabajadores. Otras fuentes empresariales descartan que esto vaya a ocurrir y creen que la organización cuenta con suficientes miembros cualificados para continuar la labor de diálogo social.

De momento, las relaciones con el Gobierno y los sindicatos se avecinan menos escarpadas que en otros procesos. Precisamente la buena disposición de Gerardo Díaz Ferrán a pactar con el Gobierno -aun a costa de renunciar a proponer reformas laborales- ha suscitado críticas dentro de la organización entre los partidarios de Jiménez Aguilar, que exigían una línea más beligerante.

Imagen de archivo del presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, y su vicepresidente hasta el pasado lunes, Juan Jiménez Aguilar.
Imagen de archivo del presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, y su vicepresidente hasta el pasado lunes, Juan Jiménez Aguilar.EFE

Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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