Los protones colisionarán...

Mi amigo Jaume Tomàs es del Instituto de Física de Altas Energías (IFAE), en la Universidad Autónoma de Barcelona. Éste es el lugar del que han salido algunos de los físicos teóricos que han puesto en marcha el acelerador de partículas de Ginebra. Me voy a verle. Tengo ganas de preguntarle si alguna vez le ha dicho a estos eminentes científicos aquello de "cálmate y pulsa 'control + alt + suprimir".

En las paredes del pasillo del departamento hay muchas fotografías del acelerador de partículas, pero también algunos carteles que demuestran el sentido del humor de los trabajadores. En la puerta del profesor Emili Bagan, por ejemplo, hay un corcho con multitud de adminículos colgando, que son, diría, una declaración de intenciones de este físico: un cartel del famoso libro Como adelgazar follando, un cartel de la obra Ubú, president y unos preservativos. Y un anuncio de la pollería charcutería Alimentación Bagan. (Einstein también era un gran amante del humor.)

La diferencia es que este acelerador conseguirá la energía más alta usada hasta ahora

Mi amigo me enseña su despacho, donde ha colocado una bella fotografía de la boda de los Príncipes de España (es una persona particularmente sensible a las bodas reales). Me explica que en el IFAE hay varios grupos, no sólo el del acelerador. También trabajan en un telescopio óptico en la isla de La Palma, por ejemplo. Y ya puestos me explica que sí, que algunos científicos le llaman para preguntarle qué hacer cuando en la pantalla del ordenador les sale el mensaje "¿Desea aceptar?".

También me cuenta que el miércoles, el día en que inauguraron el acelerador, los mensajes que llegaban a su ordenador eran muy emocionantes. Me enseña alguno. "Queridos colegas, hoy es un día muy importante para los físicos teóricos...". U "os envío en el documento adjunto unos datos muy espectaculares del detector Atlas". El documento adjunto es una fotografía que no comprendo en absoluto.

"¿Se espera algún descubrimiento brutal?", le pregunto. Y entonces decide presentarme al director del IFAE y miembro del comité de política científica del CERN, el Centro Europeo para la Energía Nuclear, responsable de la puesta en marcha del acelerador. Se trata de Matteo Cavalli Sforza. "Gracias por recibirme", le digo. Y me responde amablemente que es su obligación atender a los de la canallesca, ya que el IFAE se financia también con dinero público.

Le hago la misma pregunta que a mi amigo: si se espera algún descubrimiento importante. "Imagínate un coche nuevo", responde. "Si todo va bien se pondrá en marcha el motor, subirá de revoluciones...". El acelerador está todavía en fase de pruebas.

Les cuento lo que hicieron el miércoles. (Yo lo había leído, pero los conceptos eran demasiado abstractos para mí.) La cuestión es que cruzar protones con protones es algo que se hace desde la década de 1970. La diferencia es que este acelerador conseguirá la energía más alta usada hasta ahora (espero usar palabras no demasiado erróneas). Los protones colisionarán y entonces será cuando "pasen cosas". Pues bien. El miércoles inyectaron en el acelerador un paquete de mil millones de protones circulando en un sentido y otro paquete circulando en otro. La idea de paquete de protones es muy extraña para los que no somos científicos, supongo. Bueno, pues un paquete, digamos, es la distribución de los protones a lo largo de 20 centímetros en un diámetro de 10 micras. (Un cabello serían 100 micras.) Se cruzarán 40 millones de veces por segundo. "Imagina dos escopetas lanzando perdigones la una contra la otra", dice. "Pero ahora imagina miles de escopetas haciendo lo mismo". Claro, las colisiones serían más probables.

Le pregunto también si entre estos científicos que esperan saber más cosas del origen del universo hay muchos religiosos. "Mi impresión es que el porcentaje de religiosos dentro de la física es mucho más bajo que en el conjunto de la población", contesta. "Pero los hay. Aunque no fundamentalistas".

Le doy las gracias. Y al despedirme de mi amigo, bromeamos acerca de la demanda que ha recibido el CERN por parte de un grupo de físicos de Hawai. Parece que les quieren llevar a los tribunales por si crean agujeros negros y destruyen el mundo.