Una pelea entre Industria y Ciencia daña la imagen exterior de España

El conflicto de competencias y la descoordinación entre los ministerios de Industria y de Ciencia e Innovación, cuyos titulares son Miguel Sebastián y Cristina Garmendia, respectivamente, ha alcanzado un punto de crispación insólito que repercute ya en la representación española en la Agencia Europea del Espacio (ESA). Sebastián envió el 31 de agosto una carta al director general de la ESA en la que desautorizaba la delegación en ese organismo designada por Ciencia e Innovación. Ambos ministerios no se habían coordinado e insisten en que la competencia es suya. El conflicto no sólo es negativo para la imagen española en el exterior, sino que alarma a la industria espacial nacional por la repercusión que pueda tener en el sector.

La disputa ha creado ya alarma en la industria espacial española

Un alto cargo de Innovación admite que las divergencias son "preocupantes"

La perspectiva de dos cumbres de ministros próximas (25 de septiembre), una en el ámbito de la UE y otra de la propia ESA (24 y 25 de noviembre), complica aún más la situación. Además, mañana se celebra en la sede de la ESA, en París, una reunión del Consejo de delegados de los países miembros de ese organismo, reunión que por primera vez presidirá el español Maurici Lucena, que ha declinado opinar sobre el enfrentamiento entre los dos ministerios. Desde 2004, Lucena es el director del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), organismo que desde hace más de dos décadas gestiona las actividades del sector espacial y representa a España en la ESA.

La escalada del conflicto ha alcanzado tal nivel que probablemente se presenten mañana en la reunión de París dos delegadas españolas: Mercedes Sierra, del CDTI, que venía desempeñando el cargo, y Teresa Santero, secretaria general de Industria, nombrada por Sebastián hace un par de semanas. La situación provoca "asombro e indignación, es preocupante y muy poco oportuna", según un alto cargo de Ciencia e Innovación.

Santero explicó ayer a EL PAÍS que el decreto de estructura del Ministerio de Industria (16 de julio) especifica que las competencias aeroespaciales, incluyendo la representación internacional, corresponden a este departamento.

Este conflicto reabre la pugna competencial entre Industria y Ciencia e Innovación. El CDTI dependía de Industria, pero tras la creación en abril del Ministerio de Ciencia e Innovación, fue adscrito al nuevo departamento. El 23 de junio, Garmendia anunció en el Senado que el CDTI pasaba a su departamento, dentro de una estrategia de unificar las ayudas en I+D. Pero la financiación de programas aeroespaciales permanece en Industria (unos 400 millones de euros en el proyecto de presupuestos, 200 de ellos en actividades en ESA). Por tanto, Ciencia tiene los expertos y la experiencia de la gestión de programas de la ESA (CDTI) e Industria, el dinero y la delegación.

El pasado 2 de junio (un mes y medio antes del decreto de estructura ministerial), Sierra, como directora de Programas Aeroespaciales, envió una carta a la ESA detallando los miembros de la delegación española (todos del CDTI). En la carta se pedía que no se diera acceso en la agencia a ninguna otra persona, destacó ayer Industria. El 31 de agosto, Sebastián dirigió otra carta al director general de la ESA, Jean Jacques Dordain, anunciándole que, debido a los cambios en el Gobierno, modificaba la delegación española, le comunicaba que la nueva delegada era Santero y le adelantaba que ésta enviaría una lista con los nuevos integrantes (todos ellos de Industria) de la delegación. "La carta dice añadir esas personas a la delegación, no sustituir", puntualizó Santero.

Ante el conflicto entre los dos ministerios, Lucena ha comentado que dimitirá de su cargo en el Consejo de la ESA si no se soluciona. El portavoz de Ciencia e Innovación no confirmó este punto