EADS vuela más alto en España
Louis Gallois anuncia "fuertes" inversiones en la planta de Illescas
Junto a la imponente presencia del Beluga, el avión gigante de transporte de componentes del grupo europeo de construcción aeronáutica y espacial EADS, y la esporádica interrupción de los atronadores motores de los cazas Eurofighter, en prueba en su aeródromo de Getafe, Louis Gallois mostró el pasado jueves su faceta más optimista respecto a las perspectivas de la compañía que preside.
En el ámbito internacional, lamentó la decisión del Departamento de Defensa de EE UU de aplazar la decisión final sobre el contrato de sustitución de los aviones de repostaje, una de las patatas calientes que heredará la nueva Administración tras las elecciones de noviembre.
Un contrato multimillonario que de momento no afecta a las cuentas de EADS. Como tampoco parece que les afectará, según Gallois, la crisis actual de algunas aerolíneas provocada por la subida del precio de los combustibles. Es más, su filial de grandes aviones comerciales, Airbus, tiene previsto aumentar su carga de trabajo en un 50% entre 2007 y 2011.
Gallois se mostró satisfecho con la dimensión española del grupo, en la que confirmó importantes inversiones en los próximos meses. Especialmente en su planta de Illescas en Toledo, un centro de excelencia y pionero en la producción de composites, de piezas fabricadas con fibra de carbono, al que últimamente le ha salido mucha competencia dentro del grupo, tanto en Alemania como en Francia.
Asimismo confirmó que la participación española en el desarrollo del A-350, el próximo avión de tamaño medio y largo alcance de Airbus, se sitúa en el 10%, una cifra muy superior al 5,6% que alcanza el capital español del que es titular la SEPI.
En este sentido, Gallois desvió al consejero delegado las responsabilidades sobre el control de los accionistas, sin pronunciarse tampoco sobre la participación rusa, ligeramente inferior a la española.
En ocasiones anteriores, el presidente de EADS sí ha mostrado sus reticencias a la presencia de capital público, aunque defiende al mismo tiempo el establecimiento de la acción de oro, o alguna "solución semejante", para "evitar acciones hostiles y dar más libertad a los accionistas para aumentar o disminuir su participación".
En su comparecencia ante un grupo de periodistas españoles, Gallois no quiso desaprovechar la oportunidad de criticar la actitud de los medios de comunicación con los retrasos en el programa del avión de transporte militar A400M, que se ensambla en Sevilla y que debería realizar su primer vuelo de pruebas antes de que finalice el año.
Y, una vez más, dejó patente la paradoja de lo que él denomina "huella internacional", y que no es otra cosa que, para mantener los puestos de trabajo de sus factorías en Europa, se ven obligados a desviar parte de la producción a otros países como Marruecos, Túnez..., o los ya tradicionales gigantes asiáticos: China, India, etcétera.
Sólo de esa manera pueden competir con empresas como Boeing, y pone de ejemplo su último avión, el B-787 Dreamliner, que compite con el A-350 y que se fabrica en su mayor parte fuera de Estados Unidos. -
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