El Valencia demandará al patrocinador que no paga

El Valencia se queda sin su patrocinador principal, Valencia Experience, que debía aportar 6 millones de euros a lo largo de la temporada y que ni siquiera ha sido capaz de, más de medio año después de firmado el contrato, presentar los avales necesarios. El club de Mestalla ha iniciado, además de los trámites para la resolución del contrato, la preparación de toda la documentación necesaria para demandar a la entidad por incumplimiento de contrato.

Así lo comunicaba ayer el club, que no podrá retirar las referencias a Valencia Experience de los productos oficiales ya lanzados al mercado. Solo el cambio de camisetas costaría tres millones.

El club, que lucirá la misma camiseta, negocia con otros patrocinadores

Esta empresa, a cuya cabeza se sitúa el empresario valenciano Vicente Sáez-Merino, se presentó como la gran salvadora del Valencia tras conocer el club, con mayor retraso del deseado, que no contaría con Toyota como patrocinador para el curso actual. Valencia Experience, con un capital social de 3.000 euros y actividad desconocida hasta el momento, pagaría el doble que el anterior sponsor: 6 millones. Un chollo. Si hubiera sido capaz de pagar, claro.

Pero, tras meses de espera, la última gestión de Juan Soler, ex presidente, y Jesús Wolstein, su mano derecha, se ha descubierto un fiasco. Ellos fueron los ideólogos. Los impulsores de esta relación contractual, que termina, de momento, con graves consecuencias para el Valencia, que pierde la oportunidad de ingresar un importante montante económico pues esta campaña ya no tendrá nuevo patrocinador. Aunque ya lo está buscando para la 2009/2010.

Pasado el mes de julio, en el que el club debía ingresar los primeros dos millones, el Valencia esperó a disponer, al menos, de los avales que ni siquiera vio en el momento de la firma del contrato. El último plazo dado a la entidad expiraba ayer a las 17.00. El equipo de Vicente Soriano, el nuevo presidente, exigía, como mínimo, un documento escrito como garantía del cobro definitivo de los 6 millones acordados. Al no tener garantías suficientes, el Valencia hizo lo propio: romper con Valencia Experience.

Soriano deberá centrarse ahora en otros frentes que atañen a la economía del club, cuya deuda asciende a más de 400 millones, sin contar los 300 o 350 que costará el nuevo estadio -cuyas obras se han ralentizado y que no estará listo para albergar el inicio de la campaña próxima-. En los próximos días, promete el entorno del presidente, habrá buenas noticias sobre la venta de las parcelas del viejo Mestalla. Soriano quiere venderlas por 350 millones.