Otegi dice a los suyos que habrá otro "proceso de negociación"
Centenares de personas homenajean al portavoz 'abertzale'
Arnaldo Otegi recibió ayer un homenaje en su pueblo, Elgoibar, donde un millar de personas se congregó en la plaza para celebrar su puesta en libertad hace una semana. Ante ellos, el ex portavoz de la ilegalizada Batasuna repitió un mensaje optimista sobre la reedición de un nuevo proceso de negociación con el Gobierno, que saque de la cárcel a los presos de ETA.
En su corta alocución, Otegi aseguró que, frente a quienes mantienen políticas destinadas a los réditos electorales y los intereses económicos -en alusión sobre todo al PNV- a la izquierda abertzale no le interesa una dinámica de "buscar culpables, sino de buscar soluciones".
Otegi amplió el mensaje que expresó al salir de la cárcel de Martutene con continuos guiños a los presos de ETA y con el propósito de insuflar optimismo a las bases de Batasuna. Afirmó que el compromiso que tiene con "este pueblo" no lo abandonará mientras "haya un sólo preso en las cárceles". Pero, especialmente, insistió en la idea de que va a haber -"estoy absolutamente convencido", recalcó- un nuevo "proceso de negociación y diálogo político que conduzca a un escenario democrático, en el que aquí, como en Irlanda, no haya ni un sólo preso político".
El acto, organizado por el movimiento pro amnistía de Elgoibar, respetó escrupulosamente las condiciones impuestas por la consejería de Interior al autorizarlo y no se esgrimieron eslóganes ni lemas amenazantes, ni hubo gritos a favor de ETA, algo habitual en estos eventos. Una pancarta dando la bienvenida al portavoz abertzale era el único decorado del estrado. A unos metros de distancia, la pared del frontón anexo aparecía forrada de las habituales pancartas en favor de los presos del pueblo.
Un pasillo de ikurriñas recibió al homenajeado, que llegó al frontón acompañado de su abogada, Jone Goiricelaia, y de veteranos de la izquierda abertzale como Rafa Díez Usabiaga, Tasio Erkizia o Juan Mari Olano. Precisamente Rafa Díez, ex líder del sindicato LAB, defendía ayer en el diario Gara la necesidad de reformular la acumulación de fuerzas nacionalistas que dio lugar al Pacto de Lizarra, del que este mes se cumplen diez años, como la única posibilidad de garantizar la continuidad de procesos de negociación como "Anoeta o Loyola".
Tras una semana en libertad, el portavoz abertzale se dispone a disfrutar unas vacaciones en Italia con la autorización de la Audiencia Nacional.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.