Feijóo exige al bipartito que reduzca un 20% los altos cargos y contenga el gasto

El presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, recetó ayer sus medidas para hacer frente a "la grave crisis económica agudizada desde hace un año por la división del bipartito". El líder de la oposición exigió ayer a la Xunta que reduzca un 20% los altos cargos del Gobierno gallego, entre un 25% y un 30% el personal de confianza" y en idéntico porcentaje "los gastos en protocolo y publicidad de las consellerías".

"El problema no es que no se vendan coches, es que la gente no puede comprarlos"

Los ayuntamientos del PP no aceptan los recortes anunciados por Pedro Solbes

Feijóo calcula que "este plan de austeridad similar al que ya ha aplicado el Gobierno socialista de Castilla la Mancha y el del Partido Popular en la Comunidad de Madrid ahorraría a la Administración autonómica 15 millones de euros". "El presupuesto de personal de confianza del Gobierno bipartito se incrementó un 36% y el del presidente de la Xunta un 50%, así que parece una propuesta razonable", explicó.

El modelo de contención de gastos del Partido Popular incluye además otras instituciones como los ayuntamientos, las diputaciones provinciales y el Parlamento gallego, donde Feijóo recomienda también congelar el sueldo a los diputados autonómicos.

Todas estas medidas amortizarían entre tres y cinco millones de euros más del gasto púbilco. En su comparecencia tras presidir el primer comité de dirección de su partido después del verano, Feijóo puso deberes a la Xunta pero también se comprometió a predicar con el ejemplo. "Son medidas de sentido común, sin color político y el Partido Popular es el primer obligado", subrayó.

Según su propuesta, los alcaldes, ediles y representantes del PP en las diputaciones de Ourense y Pontevedra serán, según avanzó, los primeros en apretarse el cinturón. El dirigente popular avanzó para las instuciones con gobierno del PP "un recorte del 20% en el gasto de protocolo y publicidad", si bien evitó referirse al personal de confianza, asesores y altos cargos de estos organismos.

Con tono conciliador, el líder de la oposición defendió su propuesta explicando que es "coherente con la situación que viven las familias en dificultades económicas". Sin embargo, enseguida volvió a los reproches a la coalición de Gobierno y al presidente Emilio Pérez Touriño por no atender las advertencias que el PP lanzó sobre la crisis "ya hace un año" y "agravar con su división" la situación macroeconómica.

En ese punto recurrió al anunció de la planta de Citroën de recortar su producción en 4.000 coches durante este mes por la falta de demanda: "El problema no es que la industria no venda coches, sino que las familias no puedan comprarlos".

Las críticas del PP apuntaron también hacia el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, y a su propuesta de recortar el gasto de los ayuntamientos. "Es lo más insolidario que ha hecho un ministro de Economía en España y no saldrá adelante; los ayuntamientos del PP no lo aceptarán y empiezan a aparecer algunos otros que también se oponen".

A los últimos desencuentros entre el presidente y el número dos de la Xunta dedicó el líder de la oposición el resto de la conferencia de prensa celebrada a la hora en que Touriño comparecía tras el Consello de la Xunta después de reunirse con Anxo Quintana.

"Si tengo la oportunidad de presidir el Gobierno me reuniré con el vicepresidente y con los conselleiros cada día, no entiendo que eso se convierta en noticia, lo que pasa entre ellos es que simplemente no se entienden", advirtió Feijóo.

El político conservador aventuró que el encuentro "semisecreto" de ayer en San Caetano tuvo como objetivo "ver si son capaces de gobernar por la mañana, ya que la tarde la dedican para hacerse oposición". Y advirtió que las "pequeñas y esporádicas treguas que se den el presidente Touriño y el vicepresidente Quintana no garantizan "la unidad, estabilidad y la confianza" para hacer frente a la crisis.

Feijóo también culpó a la Xunta de "acabar en 20 meses con un consenso de 20 años en materia lingüística". Volvió a incidir en el peligro de conflicto que se avecina en Galicia, apoyándose esta vez en un informe del Club Financiero de Vigo que alerta sobre la falta de competitividad derivada del idioma. El PP estudiará ese informe y "trabajará para evitar que ese conflicto lingüístico no prospere".