El estirón de Falqué
Rechazado por Luis Enrique para el Barça B por su físico, el punta se va al Juventus
Tras invertir un dineral en su carrera durante siete años, el Barça le ha invitado a marcharse. Otro viraje en la historia de Iago Falqué (Vigo, 18 años). El Juventus de Claudio Ranieri, consciente de la fina zurda del futbolista, ya le ha fichado para el Primavera, para el filial. Los entrenamientos, sin embargo, los comparte con Nedved, Trezeguet, Del Piero y compañía. Decisión de Luis Enrique, entrenador del Barça Atlètic, que le considera demasiado perezoso sobre el césped y falto de dar el estirón final. El Barça, que mantendrá durante los cuatro próximos años un 25% de los derechos federativos del jugador en el caso de un futuro traspaso, cobrará una serie de ingresos económicos variables que podrían llegar a los dos millones y medio en función de los partidos que juegue con el primer equipo del Juventus y de su posible inscripción para jugar la Champions.
"Me tocaba dar el salto para progresar", dice el delantero de 18 años
Enfundado en la zamarra del Madrid, Iago sobresalió en el torneo de Canal+ de 2001. Iago, por entonces con 10 años, jugaba por invitación del club blanco. Pero el Barça, que ya le había tentado en una ocasión, se reunió con su padre. Las exigencias de Nucho Falqué fueron altas: un trabajo fijo con un salario ajustado, un piso para poder vivir con su hijo, un taxi cada mañana para llevar al niño al colegio, y billetes de avión para la madre cada fin de semana. "Queríamos que Iago se quedara en casa. Pusimos esas condiciones para que las rechazaran", revela Carmela Silva, senadora por Pontevedra del PSOE y desde este año portavoz socialista del Senado; "pero las aceptaron y a Iago, culé desde la cuna, se le pusieron los ojos como platos". Así, con 11 años y patrocinado por UMBRO desde hacía tres, se convirtió en el fichaje más joven de un canterano de fuera de Cataluña en el Barça.
Para Iago todo iba de perlas. "Cuando fichamos a alguien así no lo hacemos para ganar una liga. Falqué es una apuesta de futuro", concedía Sergio Lobera, su técnico azulgrana por entonces. Su padre, además, que había pedido una excedencia como profesor de Vigo, encontró por su cuenta un trabajo en una empresa internacional de venta de productos de frío. Tras muchos cursos destacando y jugando en categorías superiores a la que le correspondían, Iago alcanzó el Juvenil A, donde ha sido pichichi las dos últimas temporadas. "Quería dar el salto", cuenta Iago; "me tocaba para progresar". El filial azulgrana era su objetivo. Pero Luis Enrique, tan enamorado del fútbol como de las maratones -ha incidido sobremanera en la preparación física en la pretemporada-, consideró que al futbolista le faltaba físico y le sobraba modorra. "Sí, todavía tiene que dar un estirón", defiende su madre; "pero parece que ahora el filial prefiere no apostar tanto por la cantera". Coronado en el Europeo sub 17 disputado en Bélgica en el ejercicio anterior, a Iago le sobraron las ofertas. "Del Chelsea, del Ajax, del Inter...", enumera Nucho; "pero es culé y quería triunfar en el Camp Nou". No ha podido ser.
"El club cuenta contigo. Pero conmigo irás al juvenil A", le dijo Luis Enrique. "Mejor que no...", replicó Iago. "Sin confianza en el Barça y con su fuerte carácter, determinó que lo mejor era irse", añade su padre. La oferta de la Juve le convenció. "Le intentamos decantar por la Premier para que aprendiera inglés", explica Carmela. "En la Juve tienen la intención de contar conmigo en un futuro si cumplo con mi parte", resuelve Iago.
"Deberá reforzarse físicamente", apunta Alessio Secco, director deportivo del club; "pero promete". Así lo entiende Ranieri. "Vamos a hacer un gran jugador de él", sentencia. "Eso espero", abunda Iago, que ayer cerró junto a su padre el contrato por una casa cercana a la ciudad deportiva del Juventus. "De momento vivirá solo", cuenta su padre; "pero ya veremos cómo va todo dentro de un mes". Y Carmela suspira: "Y yo que quería que fuera pianista o médico... Parece que se le da mejor usar los pies".
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