La Bestia rompe su encierro
Un público numeroso acudió ayer a la plaza de Oriente para comprobar si la Bestia, ese príncipe malcriado que vive rodeado de objetos animados, es tan fiero. La Bella y la Bestia quiso inaugurar su segunda temporada en el teatro Coliseum con una actuación gratuita al aire libre que no todo el público allí presente pudo ver: el escenario, frente a la estatua de Felipe IV, con el Teatro Real de fondo, estaba rodeado de setos. Media hora y seis canciones. No faltaron La Bella y la Bestia o ¡Qué festín! María Adámuz (Bella) y Pablo Puyol (Gastón) fueron los más perseguidos y al final tuvieron que refugiarse en una carpa huyendo de una multitud de niñas.
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